🙏 Oración a San Rafael Arcángel para Pedir por la Salud 🙏
¡Oh glorioso San Rafael Arcángel, medicina de Dios y celestial protector de los enfermos! Tú que fuiste enviado por el Altísimo para acompañar, sanar y consolar, hoy me postro ante tu santa presencia con un corazón necesitado de alivio, esperanza y sanación.
Tú que guiaste a Tobías en su camino con sabiduría y amor, que restauraste la vista de su padre Tobit con tan gran ternura, mira ahora con compasión mis dolencias físicas, mentales y espirituales. Así como tú revelaste tu identidad diciendo: “Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria del Señor” (Tobías 12,15), te pido humildemente que entres también en mi vida y me conduzcas por el sendero de la curación y la paz interior.
🕊️ Jaculatoria: San Rafael Arcángel, medicina celestial, cúrame con el poder de Dios. Amén.
Santo Arcángel, tú que eres el portador de la salud divina, te ruego que intercedas ante el trono de Dios por mi sanación. Tú conoces el sufrimiento que me embarga, conoces los temores que agobian mi alma y la ansiedad que me impide descansar. Imploro tu ayuda para que, si es la voluntad de Dios, mi cuerpo reciba la salud y mi espíritu recobre la confianza y la serenidad.
Así como sanaste a Tobit, quien estaba ciego y desorientado, sana también mis heridas, mis dolencias visibles y ocultas. “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todas tus iniquidades y sana todas tus dolencias” (Salmo 103,2-3). Que estas palabras se cumplan en mí por tu intercesión poderosa.
🕊️ Jaculatoria: San Rafael, guía y medicina de Dios, sana mi cuerpo y fortalece mi alma. Amén.
Te suplico, glorioso sanador celestial, que pongas tus manos espirituales sobre mis órganos enfermos, sobre mis pensamientos turbios, sobre las heridas del alma que nadie ve. Concede que mi fe se fortalezca y que en medio del dolor no pierda la esperanza. Que en los momentos de desesperación, tu presencia me envuelva como un bálsamo de consuelo y fortaleza.
Que cada medicamento, cada tratamiento, cada paso hacia mi recuperación esté acompañado de tu protección, y que cada día sea una oportunidad para bendecir a Dios por su misericordia.
No permitas que mi enfermedad me aparte del Señor, sino que, al contrario, sea un puente para encontrarme más profundamente con Él. “Jesús les dijo: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores” (Marcos 2,17). Que mi dolor se transforme en ofrenda de amor y mi debilidad en camino de gracia.
🕊️ Jaculatoria: San Rafael Arcángel, defensor del alma y sanador del cuerpo, ruega por mí. Amén.
Oh poderoso Arcángel, también te pido que me acompañes en las noches de incertidumbre, cuando la enfermedad me quite el sueño, cuando el miedo a lo desconocido nuble mi esperanza. Sé tú mi compañero, mi consuelo, mi alegría secreta. Que tu luz disipe las sombras de la enfermedad y tu voz celestial me recuerde que Dios está conmigo, incluso en el dolor.
Intercede por mí ante Jesús, el Médico Divino, para que por su Sangre preciosa yo sea restaurado. Y si la salud del cuerpo no llega como deseo, que la salud del alma florezca aún más profundamente. Que la voluntad de Dios se cumpla en mí con paz y aceptación.
🕊️ Jaculatoria: San Rafael, enviado de Dios, fortaléceme en la prueba. Amén.
Tú que eres llamado “la medicina de Dios”, derrama sobre mí ese don celestial. Inspira a los médicos que me atienden, bendice las manos que me cuidan, protege a quienes están a mi lado en esta lucha. Que mi vida sea testimonio de la bondad de Dios, y que, tras la tormenta de esta enfermedad, yo pueda alzar mi voz para decir: “El Señor me ha sanado, su amor no me ha abandonado”.
Gracias, San Rafael, por estar conmigo. Gracias por tu presencia, tu intercesión y tu luz. No me dejes solo, acompáñame hoy y cada día que tenga que enfrentar esta prueba. Y cuando llegue mi completa restauración, no permitiré que mi corazón olvide que tú, servidor fiel del Altísimo, fuiste instrumento de su amor.
Amén.
🌟 Puedes repetir estas jaculatorias durante el día para mantener viva tu fe:
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San Rafael Arcángel, medicina de Dios, cúrame con tu luz divina.
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Oh sanador del cielo, camina conmigo en este valle de dolor.
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Rafael, fiel mensajero de salud, no me abandones en la enfermedad.
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Glorioso Arcángel, sana mis heridas, fortalece mi alma, confórtame en la lucha.
Oración a San Rafael Arcángel para la sanación de enfermedades
Oh glorioso San Rafael Arcángel,
mensajero del Altísimo,
sanador divino y guía celestial,
tú que fuiste enviado por Dios
para traer alivio y curación
a los enfermos y afligidos,
hoy acudo a ti con fe y esperanza,
implorando tu intercesión
para recibir la gracia de la sanación.
San Rafael,
tú que guiaste con amor a Tobías
en su camino hacia la restauración,
tú que llevaste la luz de Dios
a quienes estaban en tinieblas,
extiende hoy tu mano sanadora sobre mí
y sobre todos los que sufren
de enfermedad y dolor.
Líbranos, bendito arcángel,
de todo mal físico, mental y espiritual,
y derrama sobre nosotros
el bálsamo celestial de la salud y la paz.
Te ruego con todo mi corazón,
que por la infinita misericordia de Dios,
me concedas la sanación que tanto necesito.
Tú conoces mi cuerpo y mi alma,
sabes las dolencias que me aquejan,
los sufrimientos que atravieso,
las angustias que nublan mi corazón.
No permitas que la enfermedad
robe mi alegría ni debilite mi fe,
sino que, por tu poderosa intercesión,
pueda recibir alivio y fortaleza.
San Rafael, médico celestial,
te suplico que toques cada célula de mi cuerpo,
cada órgano, cada tejido,
y elimines todo mal que me aflige.
Dame la gracia de la resistencia en la prueba,
la paciencia en el dolor,
y la confianza absoluta
en la voluntad del Señor.
Oh santo arcángel,
te pido también por los médicos, enfermeros
y todos aquellos que cuidan de los enfermos.
Ilumina sus mentes,
guía sus manos,
y llénalos de sabiduría y compasión,
para que sean instrumentos del amor de Dios
en la tierra.
Intercede, amado San Rafael,
por todos aquellos que en este momento
se encuentran postrados en camas de hospital,
por quienes luchan contra enfermedades crónicas,
por los que han perdido la esperanza,
y por los que sufren en silencio.
Llévales consuelo,
renueva sus fuerzas,
y haz que sientan la presencia amorosa
del Señor en sus vidas.
Si es la voluntad de Dios que atraviese esta prueba,
dame la gracia de aceptar su designio
con fe y valentía.
Pero si en su infinita bondad
quiere concederme la sanación,
te ruego que presentes mi súplica
ante su trono de gloria,
para que su poder divino
restaure mi salud
y me conceda una vida plena
para servirle y amarle.
San Rafael, poderoso arcángel,
sé mi refugio en este tiempo de tribulación,
protégeme del desánimo y el miedo,
y lléname con la paz que solo Dios puede dar.
Que tu presencia me envuelva,
que tu luz disipe las sombras de la enfermedad,
y que tu intercesión me conceda
la gracia que con fe te pido.
Te encomiendo, además,
a mis seres queridos,
para que siempre estén bajo tu amparo,
para que ninguna enfermedad los toque,
y para que, si alguna dolencia los afecta,
sean sanados por la misericordia divina.
Oh glorioso San Rafael,
bendito sanador de Dios,
permanece a mi lado
y ayúdame a caminar en la fe,
hasta el día en que,
libre de todo sufrimiento,
pueda alabar a Dios
con un corazón renovado y agradecido.
Te lo pido con confianza,
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
Gracias santo ángel de la salud por escucharnos y protejernos de todo mal amen
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