Oración por un hijo con problemas de drogas: Señor, rompe sus cadenas y devuélvele la vida - Alberto Oraciones

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Alberto Oraciones

Oraciones Católicas

martes, 22 de julio de 2025

Oración por un hijo con problemas de drogas: Señor, rompe sus cadenas y devuélvele la vida


Señor Jesús, hoy vengo ante Ti con un corazón desgarrado, con las manos vacías y los ojos llenos de lágrimas. Vengo a clamar por mi hijo, mi amado hijo, que ha caído en el oscuro abismo de las drogas. Tú sabes, Señor, cuánto lo amo, cuánto me duele verlo así, cuánto anhelo verlo libre, sano y feliz. Hoy, como madre (o padre), deposito toda mi esperanza en Ti, el único que puede levantarlo del polvo y devolverle la vida.

Tú, que no viniste a juzgar, sino a salvar, míralo con compasión. Míralo cuando se esconde, cuando llora por dentro, cuando se siente perdido y atrapado. Míralo cuando su cuerpo tiembla, cuando su alma se apaga, cuando ya no encuentra sentido. No te apartes de él, Señor. Aunque él se aleje, aunque parezca no querer tu ayuda, yo sé que en el fondo de su corazón hay un grito silencioso que dice: “Sálvame”.

Jesús, rompe sus cadenas. Destruye todo vínculo con la droga, con el vicio, con las malas compañías. Arráncale de raíz el dolor, la ansiedad, el vacío que lo llevó a refugiarse en lo que lo destruye. Sana sus heridas más profundas, las que no se ven, las que tal vez ni yo conozco. Lávalo con Tu Sangre, límpialo de toda dependencia, renueva su mente y su espíritu, y devuélvele la libertad que solo Tú puedes dar.

Dale la fuerza, Señor, para luchar cada día. Ayúdalo a reconocer que necesita ayuda. Rodéalo de personas buenas, de guías sabios, de brazos que no lo juzguen, sino que lo levanten. Y a mí, como madre (o padre), dame paciencia, amor y sabiduría para acompañarlo, para corregirlo con ternura, para esperar con fe, para no rendirme.

Madre Santísima, Virgen María, tú que nunca abandonaste a tu Hijo en su dolor, intercede por el mío. Abrázalo como lo harías con Jesús, cúbrelo con tu manto y preséntalo al Padre como una madre que suplica por su hijo enfermo. No lo sueltes, Madre, aunque él se resista.

Espíritu Santo, llena nuestro hogar de paz, de luz y de verdad. Expulsa todo lo que no viene de Dios. Renueva mi familia, fortalece mi fe, y consuela mi alma cansada.

Señor, confío en Ti. Aunque todo parezca perdido, aunque los médicos, las terapias o las fuerzas humanas digan “ya no se puede”, yo te creo a Ti. Tú eres el Dios de lo imposible, el que sana lo que el mundo ha dado por muerto. Por eso hoy te digo: haz un milagro en mi hijo. Y cuando llegue el día de su liberación, te alabaré con todo mi ser.

Gracias, Señor, porque sé que me escuchas. A Ti sea la gloria por siempre.

Amén.

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