Para encomendarlo a Dios cada día
Señor mío y Dios mío,
te doy gracias por el regalo de la vida de mi esposo.
Gracias por haberlo puesto en mi camino,
por permitirme caminar a su lado en este viaje de amor,
de lucha, de fe y esperanza.
Te lo entrego con todo mi corazón,
porque sé que Tú lo amas mucho más de lo que yo puedo amar.
Protégelo con tu mano poderosa,
guía sus pasos con tu sabiduría,
y fortalece su corazón ante cada dificultad.
Dale salud en su cuerpo, paz en su alma
y alegría en su espíritu.
Señor Jesús,
tú que santificaste el amor con tu presencia en las bodas de Caná,
bendice nuestro matrimonio y bendice cada decisión que él tome.
Hazlo fuerte ante la tentación,
valiente ante los desafíos,
y manso en su trato diario.
Madre Santísima,
cúbrelo con tu manto maternal.
Intercede por él en cada momento de cansancio,
de duda o de debilidad.
Que nunca le falte la fe ni la esperanza,
y que siempre tenga un corazón abierto al amor de Dios.
Señor,
si en algún momento se siente perdido,
muéstrale el camino.
Si cae, levántalo con tu misericordia.
Si sufre, consuélalo con tu ternura.
Y si se aleja, tráelo de vuelta con tu infinita paciencia.
Hoy te lo entrego una vez más,
confiando en que Tú haces nuevas todas las cosas
y que quien se abandona a tu voluntad
nunca queda defraudado.
Amén.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario