Oración a María Desatanudos

 

Oración a María Desatanudos

¡Oh, Santísima Virgen María, Madre hermosa del Amor Hermoso, Madre que jamás abandonas a un hijo que clama socorro, Madre cuyas manos trabajan sin cesar por tus hijos amados, porque son movidas por el Amor divino y la inmensa Misericordia que brota de tu Corazón!

Vuelvo hoy mis ojos y mi corazón hacia Ti, oh Madre de la desatadura, porque sé que conoces mis angustias y mis nudos. Tú conoces el nudo que hoy me asfixia, me oprime y me impide avanzar [menciona aquí tu nudo o problema específico, por ejemplo: el nudo de la desesperación, de la enfermedad, de la falta de trabajo, de los problemas familiares, de la adicción, etc.]. Es un nudo tan grande, tan enredado, que parece imposible de desatar con mis propias fuerzas.

Sé que Tú eres la Madre que deshace los nudos, porque tu fe sencilla y firme supo desatar el nudo del pecado original y tu "Sí" humilde abrió el camino de la salvación para toda la humanidad. Tú, que aceptaste la voluntad del Padre y te dejaste guiar por el Espíritu Santo, desata en mí el nudo de la desconfianza, del miedo y de la duda.

Madre querida, corredentora de la humanidad, en tus manos pongo este nudo que me aflige. Te ruego, por tu poderosa intercesión, que con la gracia de tu Hijo Jesús, extiendas tus manos bondadosas y desates este nudo de mi vida [repite el nudo o problema específico].

Que tu amor maternal y tu divina intercesión rompan las cadenas que me atan, liberen mi espíritu y me permitan caminar con libertad y paz en el camino que Dios ha trazado para mí.

Madre que desatas los nudos, te doy gracias de antemano por tu pronta respuesta y por tu amor incondicional. Ayúdame a confiar plenamente en ti y en la Divina Providencia. Amén.