Oración al Justo Juez

 

Oración al Justo Juez

¡Oh, Glorioso y Justo Juez, Jesucristo, Sol de Justicia, luz que ilumina toda oscuridad y verdad inmutable! Con el corazón contrito y la fe inquebrantable, me postro ante Ti en este día, implorando tu divina justicia y tu poderosa protección sobre mí, mi familia y mis seres queridos.

Tú que eres el Juez Supremo de vivos y muertos, que conoces los secretos más íntimos de cada corazón y que eres la fuente de toda equidad y misericordia, mira mi situación actual [puedes mencionar aquí tu situación o preocupación específica, por ejemplo: problemas legales, injusticias sufridas, peligros que acechan, etc.]. Reconozco que solo en Ti reside la verdadera justicia y que tu veredicto es siempre justo y perfecto.

Por tu divina majestad, por el poder de tu Nombre santísimo y por tu gloriosa resurrección, te suplico que extiendas tu brazo poderoso sobre mí. Que tu manto protector me cubra y me defienda de todo mal, de toda traición, de toda falsedad y de toda trampa que el enemigo pueda tenderme.

Justo Juez, que condenaste el pecado y perdonaste al pecador arrepentido, te pido que seas mi abogado defensor ante cualquier acusación injusta. Si he sido calumniado, si se han levantado falsos testimonios contra mí, si mis enemigos buscan mi ruina o mi desprestigio, te ruego que desenmascares la mentira, que confundas a mis adversarios y que hagas resplandecer la verdad. Que tu luz disipe toda oscuridad y que tu justicia prevalezca sobre la malicia y la injusticia humana.

Justo Juez, que libraste a los inocentes y protegiste a los indefensos, te imploro que me guardes de todo peligro físico. Que tus ojos divinos velen por mis pasos y por mis caminos. Si hay alguien que intente dañarme, robarme, secuestrarme o atentar contra mi vida o la de los míos, te pido que lo impidas con tu poder. Que su maldad sea atada y que no puedan cumplir sus propósitos nefastos.

Te ruego, Justo Juez, que me defiendas de toda atadura espiritual, de todo maleficio, de toda maldición o envidia que haya sido lanzada contra mí o mi familia. Que tu sentencia divina anule todo poder demoníaco y toda influencia negativa. Encadena a todo espíritu maligno que intente perturbar mi paz, mi salud, mi hogar o mi prosperidad. Que por tu divina autoridad, se alejen de mí y de mis seres queridos y no puedan volver a hacernos daño.

Justo Juez, que perdonaste a la mujer adúltera y al buen ladrón, te pido perdón por mis faltas y mis pecados. Sé que soy indigno de tu misericordia, pero confío en tu infinita bondad. Purifica mi corazón y mi conciencia para que pueda vivir en tu gracia y ser digno de tu protección.

Con la fe de tus santos y la esperanza de tu pronta ayuda, invoco tu Nombre y tu poder sobre mi hogar, mi trabajo, mis bienes y todas mis preocupaciones. Que tu justicia sea mi escudo y tu misericordia mi consuelo.

Que tu divina voluntad se cumpla en mi vida. En tus manos de Justo Juez pongo mi presente y mi futuro. Que tu juicio sea siempre a mi favor, no por mis méritos, sino por tu infinita misericordia y por el precio de tu Sangre derramada por la humanidad.

Amén.