Oración a la Virgen María por los que han perdido a un ser querido - Alberto Oraciones

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miércoles, 28 de mayo de 2025

Oración a la Virgen María por los que han perdido a un ser querido

 



Oración a la Virgen María por los que han perdido a un ser querido

Oh Virgen María, Madre del consuelo y del amor eterno, me postro ante ti con el corazón dolido y la mirada al cielo, para suplicarte por todos aquellos que lloran la pérdida de un ser querido. Tú, que conociste la angustia al perder a tu Hijo Jesús, que lo acompañaste hasta la cruz y lo recibiste sin vida en tus brazos, comprendes como ninguna madre el dolor de la separación, el silencio de la ausencia y la herida que deja la muerte.

Te ruego, Madre querida, que mires con compasión a todos los que sufren por la partida de alguien amado. Hay madres que lloran a sus hijos, esposos que han quedado solos, hijos que han perdido a sus padres, familias enteras rotas por el vacío de una silla vacía. No permitas, Señora del Cielo, que se sientan abandonados en su duelo. Sé tú su consuelo, su refugio y su compañía en estos días de profunda tristeza.

Oh Madre de la Esperanza, intercede por cada uno de ellos para que encuentren paz en el corazón y fortaleza en la fe. Que no se dejen atrapar por la desesperanza ni por la amargura, sino que descubran, aun en medio del llanto, que el amor no muere y que la vida no termina, sino que se transforma en la eternidad del Padre.

Tú que estuviste junto a Jesús en su Pasión, camina al lado de quienes hoy atraviesan el valle del dolor. Ayúdales a sostenerse cuando las fuerzas flaquean, a confiar cuando las preguntas los abruman, a esperar cuando todo parece oscuro. Recuérdales que Dios no abandona a sus hijos y que, en su infinita misericordia, ha preparado un lugar de luz y paz para todos los que le aman.



Te ruego también, Santa Madre, por las almas de los que han partido. Preséntalos ante tu Hijo con tu ternura maternal. Ruega para que sean purificados en el amor divino y alcancen el descanso eterno. Que puedan gozar de la gloria del Cielo, donde no hay llanto ni sufrimiento, y desde allí intercedan por los suyos que aún peregrinan en la tierra.

Oh María, Reina del Cielo, no dejes que el duelo apague la esperanza en los corazones. Que la certeza de la resurrección, proclamada por tu Hijo Jesús, sea fuente de consuelo para los que han perdido a alguien que aman. Que puedan recordar con gratitud lo vivido, honrar la memoria de los que partieron y vivir cada día con la esperanza del reencuentro en la vida eterna.

A ti también te pido, Madre buena, por quienes acompañan a los que están en duelo. Por los amigos, los sacerdotes, los consejeros, los familiares que dan una palabra de aliento o simplemente una presencia silenciosa. Dales sabiduría, paciencia y compasión, para que sean luz en medio del dolor.

Madre del Consuelo, enséñanos a vivir la muerte desde la fe. Que sepamos poner en manos de Dios a nuestros seres queridos y confiar en que ellos están bajo su cuidado amoroso. Que la muerte no sea para nosotros un final sin sentido, sino una puerta hacia la plenitud de la vida prometida por Cristo.

Gracias, Virgen Santa, por escucharnos, por abrazarnos en nuestra tristeza, por no apartarte nunca de quienes sufren. Quédate junto a los corazones que hoy lloran, y hazles sentir que no están solos. Que tu amor de Madre sea bálsamo en sus heridas, fuerza en su debilidad, y guía en su caminar hacia la paz.

Amén.

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