Oración a la Virgen María por la protección de la naturaleza

 

Oración a la Virgen María por la protección de la naturaleza y el cuidado de la creación

Oh Santísima Virgen María, Madre del Creador y Reina de todo lo visible e invisible, hoy elevamos a ti nuestra oración con profundo amor y preocupación por el mundo que Dios nos ha regalado. Tú que caminaste por senderos de tierra santa, que miraste los campos, los ríos y las estrellas con ojos puros, intercede ante tu Hijo por la protección de la naturaleza, obra perfecta del amor del Padre.

María, Madre de la vida, te pedimos que pongas en nuestros corazones una renovada conciencia del don que es la creación. Ayúdanos a redescubrir la belleza del cielo, del sol y del agua, del canto de las aves, de los árboles que se elevan hacia el cielo y de cada criatura que alaba a Dios con su existencia. Que comprendamos que la tierra no nos pertenece, sino que nos ha sido confiada para cuidarla con ternura, respeto y gratitud.

Tú, que acompañaste a Jesús en su vida sencilla y cercana a la naturaleza, enséñanos a vivir con humildad, a tomar solo lo necesario, y a no desperdiciar los recursos que el Señor ha puesto a nuestro alcance. Líbranos del deseo desmedido de poseer, de consumir sin medida, de destruir por ambición. Inspíranos a ser buenos administradores del jardín de Dios, sembradores de paz y defensores de la vida en todas sus formas.

Virgen del Silencio, intercede por todos los que sufren a causa de la devastación de la tierra: los pobres que carecen de agua limpia, los campesinos desplazados por la tala y la minería, los pueblos afectados por la contaminación, las futuras generaciones que heredarán lo que hoy descuidamos. Ruega para que los poderosos actúen con responsabilidad, que los líderes del mundo escuchen el clamor de la tierra y el grito de los pobres, y que todos los pueblos se unan en el cuidado común de nuestra casa.

María, Estrella de la mañana, ilumina nuestras conciencias para que sepamos reconocer cuándo nuestras acciones dañan el equilibrio natural, cuándo nuestras decisiones perjudican la armonía creada por Dios. Danos el valor de cambiar, de adoptar estilos de vida sostenibles, de enseñar a nuestros hijos a amar y proteger la creación. Haz que nuestras comunidades cristianas sean testigos del Evangelio también en la manera como tratan la tierra, los animales, el aire y el agua.

Virgen pura, así como llevaste en tu seno al Autor de la vida, enséñanos a llevar en el corazón una reverencia profunda por todo lo creado. Que veamos en cada criatura una huella del Creador, que aprendamos a contemplar, a agradecer y a alabar a Dios a través de las maravillas del mundo. Que no convirtamos la tierra en un desierto, sino que la dejemos florecer con amor, respeto y armonía.

Intercede, Madre nuestra, por los científicos, educadores, líderes sociales y activistas que dedican su vida a proteger el planeta. Fortalece sus manos, anima sus corazones y líbralos de la desesperanza. Que nunca les falte el apoyo de la comunidad ni el consuelo de tu presencia maternal. Y ruega especialmente por la Iglesia, para que siga siendo profeta del cuidado de la creación y ejemplo de sobriedad, justicia ecológica y amor por todas las criaturas.

Oh María, Reina de la Creación, danos un corazón ecológico, abierto a la belleza de Dios y comprometido con el cuidado de la vida. Ayúdanos a construir un mundo más verde, más fraterno y más santo. Y cuando este peregrinar acabe, condúcenos a la nueva creación, donde todo será restaurado en el amor eterno de Dios.

Amén.