Oración de la noche a Jesús para dormir en paz

 

Oración de la Noche a Jesús para Dormir en Paz

Señor Jesús, en esta noche serena me postro ante tu presencia con el corazón lleno de gratitud y esperanza. Ha terminado un día más, con sus luces y sombras, con sus luchas y bendiciones, y antes de cerrar mis ojos al descanso, quiero abrirte mi alma para confiarte todo lo que soy y todo lo que viví. Tú, que eres mi Dios y mi Salvador, recibe esta humilde oración, como incienso que sube hasta tu trono de gloria.

Gracias, Señor, por haber estado conmigo en cada paso de esta jornada. Gracias por tu presencia silenciosa pero constante, por las veces que me libraste del mal sin que yo lo notara, por las personas que colocaste en mi camino, por el alimento, el techo, el trabajo, la familia y la fe. Todo es tuyo, todo proviene de tus manos generosas, y aunque a veces no entiendo tus designios, sé que todo obra para bien de quienes te aman.

Jesús, en esta noche quiero dejar en tus manos lo que me inquieta, lo que me pesa, lo que aún no logro resolver. Tú conoces mis pensamientos, mis dudas, mis temores, mis errores. No hay nada oculto para Ti. Por eso descanso en tu misericordia, que es más grande que mi fragilidad. Si he pecado hoy, Señor, te pido perdón de corazón. Purifícame con tu Sangre redentora, límpiame con tu gracia, y dame un corazón nuevo que sepa amarte más cada día.

Reposa mi alma en Ti, mi Jesús. Como un niño en brazos de su madre, así quiero dormir esta noche, sintiendo tu paz envolviéndome, tu amor sosteniéndome, tu luz custodiándome. Aleja de mí toda angustia, todo mal pensamiento, todo recuerdo doloroso. Que no se apodere de mi mente la tristeza ni el temor, sino que descienda sobre mí tu Espíritu Santo, llenándome de consuelo, serenidad y confianza.

Te entrego también a los míos, Señor: a mi familia, mis amigos, mis hermanos en la fe. Cuídalos mientras duermen, protégelos del mal, acompáñalos con tus ángeles. Que ningún peligro los toque, que ninguna enfermedad los oprima, que ningún enemigo espiritual se acerque a ellos. Tú eres su refugio, su escudo, su pastor. Te pido especialmente por los que sufren esta noche, por los que no tienen techo, por los que están enfermos o angustiados. Llega hasta ellos, Jesús, como médico y como consuelo.

Toma, Señor, mis planes de mañana. No sé qué traerá el nuevo día, pero lo pongo desde ya en tus manos. Guía mis pasos, ilumina mis decisiones, fortalece mi espíritu para que viva según tu voluntad. Si me das un nuevo amanecer, que sea para glorificarte. Si decides llamarme a tu presencia, que me encuentre preparado, en gracia, en paz, y abrazado a tu cruz.

Jesús, te amo. Jesús, en Ti confío. Jesús, en tu nombre bendigo esta noche y todo lo que soy. Que tu Sagrado Corazón sea mi morada mientras duermo, y que tu amor me cubra como un manto invisible. Silencia el ruido de mi interior, serena mis pensamientos, y regálame un descanso reparador, libre de pesadillas, libre de inquietudes, lleno de tu presencia santa.

Dame, Señor, un alma vigilante y un cuerpo que repose tranquilo. Que este descanso nocturno me renueve en cuerpo, mente y espíritu, para que mañana despierte con ánimo nuevo, con alegría en el corazón, y con el deseo ardiente de seguirte con fidelidad.

En tus manos me encomiendo, Jesús mío, ahora y siempre. Amén.