Oración a Jesús para sanar enfermedades - Alberto Oraciones

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viernes, 23 de mayo de 2025

Oración a Jesús para sanar enfermedades

 


Oración a Jesús para Sanar Enfermedades

Señor Jesús, Hijo amado del Dios viviente, médico divino de nuestras almas y cuerpos, hoy me postro ante Ti con humildad y confianza, reconociendo que sólo en Ti está la verdadera salud, la paz del corazón y la salvación eterna. Tú que en tu paso por la tierra curaste a los ciegos, limpiaste a los leprosos, fortaleciste a los paralíticos y devolviste la vida a los muertos, inclina tu oído a mi súplica y posa tu mirada misericordiosa sobre esta enfermedad que me aflige a mí o a quienes amo.

Jesús, buen Pastor, Tú que llevaste sobre tus hombros nuestras dolencias y sufriste en la cruz nuestros dolores, te ruego que extiendas tu mano poderosa sobre mi cuerpo, sobre mi mente y sobre mi espíritu. Si es tu voluntad, Señor, sana mis heridas físicas, calma mi ansiedad interior, alivia mis sufrimientos y devuelve el equilibrio a cada célula, a cada órgano, a cada función de mi ser. Sé Tú el bálsamo divino que cicatriza, el agua viva que purifica, la luz que disipa toda sombra de enfermedad.

Creo en tu amor, Jesús. Creo que nada te es imposible. Tú que le dijiste al centurión: “Ve, que se haga según tu fe”, acrecienta la mía, fortalece mi esperanza y dame el consuelo de saber que estás conmigo, aun en medio del dolor y la incertidumbre. Dame, Señor, el don de aceptar tu voluntad, aunque no siempre comprenda tus caminos. Si la sanación que anhelo no es la que Tú dispones, concédeme la gracia de vivir mi cruz con amor, ofreciendo mi dolor en unión a tu pasión redentora.




Jesús, Tú que lloraste con los que lloraban, que te compadeciste de los enfermos y acudiste al clamor de los afligidos, escucha hoy mi clamor. Te presento esta dolencia, esta situación médica, este diagnóstico difícil. Tú sabes lo que siento, conoces mi temor, percibes mi cansancio. Refúgiame en tu Sagrado Corazón y no permitas que me aparte de Ti. Ayúdame a mantener la fe firme, aun cuando el cuerpo flaquee. Dame la paz que el mundo no puede dar, esa paz que nace de confiar plenamente en tu divina providencia.

Te pido también por todos los enfermos del mundo, especialmente por aquellos que no tienen quien ore por ellos, los que están solos, los que sufren en hospitales, en sus hogares o en silencio. Visítalos con tu ternura, fortalécelos con tu Espíritu Santo y hazles sentir que no están abandonados. Inspira a los médicos, enfermeros y cuidadores para que sean instrumentos de tu compasión y sabiduría.

Madre Santísima, Virgen María, consuelo de los afligidos y salud de los enfermos, intercede por mí ante tu Hijo. Acompáñame con tu manto maternal, seca mis lágrimas, fortalece mi fe y enséñame a confiar como tú confiaste, aun al pie de la cruz. Tú que llevaste en tu seno al Salvador, ayúdame a llevar con amor esta cruz de enfermedad, hasta que, si Dios lo quiere, llegue la salud que anhelo o la paz de aceptar su voluntad.

Jesús, en Ti confío. Jesús, en Ti espero. Jesús, por tus santas llagas, por tu Sangre derramada, por tu amor infinito, te suplico: sana, restaura, libérame. Te pertenezco, Señor. Te amo, te alabo y te bendigo. Amén.

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