Oración por un hijo drogadicto - Alberto Oraciones

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sábado, 8 de marzo de 2025

Oración por un hijo drogadicto

 En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Señor Todopoderoso,
hoy vengo ante Ti con un corazón herido,
cargado de dolor y preocupación,
pero también lleno de ESPERANZA,
porque sé que Tú eres el Dios de los milagros,
el Dios que todo lo puede,
el Dios que sana, que libera y que restaura.

Padre amado, hoy elevo esta oración por mi hijo,
por ese ser que me diste como un regalo de amor,
pero que hoy está atrapado en la esclavitud de las drogas.
Miro su vida y veo cómo esta adicción lo consume,
cómo lo aleja de su familia, de sus sueños, de Ti.
Veo su cuerpo cansado, su mente confundida,
su corazón vacío y su alma herida.

Pero, Señor, sé que no hay nada imposible para Ti.
Tú eres la luz en la oscuridad,
Tú eres la fuerza en la debilidad,
Tú eres el refugio para el que se siente perdido.
Por eso, con toda mi fe,
te pido que extiendas tu mano poderosa sobre mi hijo,
que lo toques con tu amor sanador
y que rompas las cadenas de esta adicción
que lo tiene esclavizado.

Jesús, Salvador del mundo,
tú que sanaste a los enfermos,
que liberaste a los oprimidos,
que diste nueva vida a quienes estaban al borde de la muerte,
te ruego: rescata a mi hijo.
Dale la fuerza para luchar,
la claridad para reconocer su problema,
y el deseo profundo de cambiar.
Abre sus ojos para que vea cuánto lo amas,
cuánto vale su vida
y cuánto lo estamos esperando con los brazos abiertos.

Espíritu Santo,
fuego de amor y transformación,
desciende sobre él,
purifica su corazón,
renueva su mente
y llena su alma de tu paz.
Que cada vez que sienta la tentación,
sienta también tu presencia,
y encuentre en Ti la fortaleza para resistir.

Madre Santísima,
Madre que nunca abandona a sus hijos,
toma a mi hijo entre tus brazos,
protégelo bajo tu manto,
llévalo de la mano hacia Jesús.
Tú que intercediste en las bodas de Caná,
intercede ahora por él,
para que en su vida ocurra el milagro
de la conversión y la sanación.

Señor, sé que este camino no es fácil,
sé que hay momentos de miedo, de cansancio,
de lágrimas y desesperación.
Pero hoy decido confiar en Ti,
porque sé que nunca abandonas a los que te buscan.
Aunque mi hijo esté lejos,
aunque parezca perdido,
sé que tu amor es más grande
y que tu misericordia lo alcanzará donde quiera que esté.

Padre amado,
te entrego su vida,
te entrego su dolor,
te entrego su lucha.
Toma el control, Señor,
haz tu obra en él
y guíalo de regreso a casa,
de regreso a la vida,
de regreso a Ti.

Gracias, Señor, porque sé que me escuchas.
Gracias porque sé que estás obrando,
incluso cuando no veo resultados.
Confío en Ti, espero en Ti,
y te alabo porque sé que harás algo grande.

En el nombre de Jesús, nuestro Salvador. Amén.



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