Oración por un hijo alcohólico

 

Amado Padre Celestial,

hoy vengo ante Ti con el corazón angustiado,
con lágrimas en los ojos y una súplica en mi alma.
Te ruego, Señor, por mi hijo,
quien está atrapado en las cadenas del alcoholismo.

Tú lo creaste con amor,
lo llamaste a la vida con un propósito sagrado,
y lo has acompañado en cada paso de su camino.
Pero hoy, Señor, sufre bajo el peso de esta adicción,
y sufre también nuestra familia.
Las sombras del alcohol han oscurecido su vida,
su mente, su cuerpo y su espíritu están heridos,
y su voluntad parece debilitada ante esta batalla.

Señor misericordioso,
Tú que eres el Dios de la libertad,
rompe las cadenas que lo atan,
libéralo de esta esclavitud que destruye su cuerpo y su alma.
Llena su corazón con ESPERANZA,
con fuerza para luchar y con deseo de cambiar.
Muéstrale, Señor, que su vida vale mucho,
que su existencia es preciosa ante tus ojos
y que su dolor no es invisible para Ti.

Jesús, sanador de cuerpos y almas,
tú que restauraste la vida de tantos enfermos,
toca el corazón de mi hijo,
dale claridad en su mente y voluntad firme para salir de esta oscuridad.
Dale el valor de reconocer su problema
y la humildad para buscar ayuda.

Espíritu Santo,
sopla sobre él con tu amor renovador,
enciende en su corazón el fuego de la transformación,
y dale la fuerza para resistir la tentación.
Haz que en cada momento de debilidad
sienta tu presencia sosteniéndolo.

Madre Santísima,
tú que conoces el dolor de una madre que sufre por su hijo,
intercede por él, protégelo bajo tu manto,
y guíalo de regreso a la senda del bien.
Dale consuelo en sus momentos de lucha,
y ayúdalo a encontrar paz en los brazos de Dios.

Dios te Salve María….

Señor, en esta batalla que parece imposible,
yo confío en Ti.
Aunque a veces la desesperanza me abruma,
hoy elijo creer en tu poder,
en tu amor infinito
y en tu misericordia sin límites.

Padre amado,

pongo a mi hijo en tus manos,
porque sé que en Ti está su salvación.
Haz tu obra en su vida, Señor,
y guíalo hacia la libertad,
la sanación y la paz.

Te lo pido con todo mi corazón,
en el nombre de Jesús,
quien todo lo puede.

Amén.