oración por un enfermo grave - Alberto Oraciones

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martes, 25 de marzo de 2025

oración por un enfermo grave


La enfermedad y el sufrimiento son momentos de prueba que nos invitan a confiar más profundamente en la misericordia de Dios. Cuando un ser querido enfrenta una enfermedad grave, nuestra fe se convierte en un refugio y la oración en nuestro medio de intercesión. La Virgen María, Madre de Dios y de la humanidad, es nuestra más fiel intercesora ante su Hijo Jesucristo, quien sanó a los enfermos y consoló a los afligidos durante su ministerio en la Tierra.

Esta oración es una súplica humilde y confiada a María Auxiliadora, pidiendo su auxilio y protección para aquellos que enfrentan la enfermedad. Confiemos en su amor maternal y en su poderosa intercesión, con la esperanza de que Dios conceda salud, fortaleza y paz a quienes más lo necesitan.


Oración por un enfermo grave¡Oh Santísima Virgen María, Auxiliadora de los Cristianos! Hoy acudo a ti con un corazón lleno de angustia y esperanza, suplicando tu poderosa intercesión por (nombre del enfermo), quien atraviesa una enfermedad grave. Tú, que conoces el dolor y la aflicción, acoge mi súplica con amor maternal y preséntala ante tu Hijo Jesucristo, el divino Médico de cuerpos y almas.

María Santísima, refugio de los afligidos y consuelo de los enfermos, extiende tu manto protector sobre (nombre del enfermo). Ruega a Dios por su sanación, si es su santa voluntad, y concédele fortaleza en medio de su prueba. Que sienta en su corazón la paz que solo Cristo puede dar y la confianza en que no está solo en su sufrimiento.


Oh Madre del Salvador, intercede por los médicos, enfermeros y cuidadores que atienden a los enfermos. Ilumina sus mentes y manos para que, con sabiduría y compasión, sean instrumentos de la misericordia de Dios. Infunde en sus corazones la paciencia y el amor necesarios para servir con generosidad a quienes más lo necesitan.

Virgen María, sostén a la familia y seres queridos de (nombre del enfermo), dales consuelo en la tristeza, esperanza en la incertidumbre y fe inquebrantable en el poder de Dios. Enséñanos a aceptar con humildad su voluntad, confiando en que sus planes son siempre de amor y salvación.

Oh Madre de la divina gracia, ayúdanos a no desfallecer en la oración, a confiar en la providencia de Dios y a vivir con la certeza de que, en cada momento de prueba, Él camina a nuestro lado. Alcánzanos la gracia de la paciencia, el amor y la fortaleza para sobrellevar con fe esta difícil situación.

Madre Auxiliadora, a ti consagramos a (nombre del enfermo), confiando en que, bajo tu amparo, encontrará alivio y paz. Que su vida y la nuestra sean testimonio del amor de Dios, y que, en todo momento, glorifiquemos su santo nombre.

Amén.


Jaculatorias

  • María Auxiliadora, ruega por nosotros.

  • Madre Santísima, intercede por los enfermos.

  • Virgen poderosa, sé nuestro auxilio en la tribulación.

  • Salud de los enfermos, protégenos.

  • Madre de misericordia, llévanos a Jesús.

  • Oh María, esperanza nuestra, fortalece nuestra fe.

  • Santa Virgen María, cúbrenos con tu manto de amor.



 

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