Oración a San José Dormido

VIDEO DE LA ORACIÓN A SAN JOSÉ DORMIDO

 San José, custodio fiel del Redentor, modelo de humildad y obediencia, te invocamos en este momento de oración con devoción y amor. Tú, que fuiste elegido por Dios para ser el esposo de la Santísima Virgen María y el padre adoptivo de Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, escucha nuestras súplicas y ruega por nosotros ante el trono de la Divina Misericordia.

San José, tú que dormiste confiado en la voluntad de Dios, mientras los ángeles velaban sobre tu hogar, danos la gracia de abandonarnos plenamente en la providencia del Padre celestial. Fortalece nuestra fe para que, como tú, sepamos confiar en Dios en medio de las dificultades y las incertidumbres de la vida.

Dormido en tus brazos, Jesús encontraba paz y seguridad. Ruega por nosotros, San José, para que también encontremos consuelo y protección en tu intercesión poderosa. Que en los momentos de desasosiego y temor, podamos acudir a ti con confianza, sabiendo que tú, como padre amoroso, velas por nosotros.

En tu silencio, San José, encontramos el ejemplo de una vida de oración profunda y constante. Enséñanos a nosotros también a cultivar una relación íntima con Dios en la oración, para que podamos escuchar su voz y seguir sus designios con fidelidad y prontitud.

Oh San José, tú que trabajaste con esmero y dedicación para proveer a tu familia, intercede por todos aquellos que luchan por encontrar empleo digno y por sostener a sus seres queridos. Ayúdalos a perseverar en la búsqueda de trabajo y a confiar en la providencia divina que nunca abandona a sus hijos necesitados.

Bajo tu cuidado, la Sagrada Familia encontró refugio en tiempos de persecución y peligro. Ruega por todos los refugiados y desplazados, especialmente por aquellos que huyen de la guerra, la violencia y la opresión. Que encuentren en ti un protector y un consuelo en medio de sus tribulaciones.

San José, tú que enseñaste a Jesús el oficio de carpintero, bendice a todos los trabajadores y artesanos. Haz que encuentren satisfacción y dignidad en su labor diaria, y que puedan contribuir al bienestar de la sociedad con sus talentos y habilidades.

Como padre amantísimo, cuidaste con ternura a Jesús y María. Intercede por todas las familias del mundo, para que sigan tu ejemplo de amor, unidad y sacrificio. Que en cada hogar reine la paz y la armonía, y que todos sus miembros se esfuercen por construir un ambiente de amor y comprensión mutua.

San José, tú que fuiste testigo de los misterios más grandes de nuestra fe, ayúdanos a contemplar con asombro y gratitud el amor infinito de Dios manifestado en la Encarnación y la Redención. Que, siguiendo tu ejemplo, podamos entregarnos sin reservas al servicio de Dios y de nuestros hermanos, y así alcanzar la felicidad eterna en el cielo.

Amén.