Oración de agradecimiento a Jesús por sus bendiciones - Alberto Oraciones

Breaking

martes, 27 de mayo de 2025

Oración de agradecimiento a Jesús por sus bendiciones

Señor Jesús, Hijo amado del Padre, hoy me presento ante Ti con el corazón lleno de gratitud. No vengo a pedirte nada, sino a decirte: ¡Gracias! Gracias, Señor, por cada bendición que has derramado sobre mi vida, por cada gesto de amor, por cada prueba que se convirtió en enseñanza, y por cada día en el que pude experimentar Tu fidelidad.

Gracias, Jesús, porque a pesar de mis errores, de mis caídas y de mis dudas, nunca me has abandonado. Siempre estás ahí, paciente y amoroso, esperando mi regreso cuando me alejo, sosteniéndome cuando me debilito, levantándome cuando tropiezo, abrazándome cuando más lo necesito. No hay momento de mi vida en el que no haya sentido Tu mano poderosa guiándome, corrigiéndome, sanándome.

Gracias por el don de la vida, por el regalo de abrir los ojos cada mañana y contemplar un nuevo día. Gracias por el aire que respiro, por el sol que me ilumina, por la creación que habla de Ti en cada rincón. Gracias por mi familia, por las personas que me aman, por los amigos que me acompañan, por los rostros que cruzan mi camino y me muestran algo de Tu bondad.

Te doy gracias, Jesús, por las bendiciones grandes y pequeñas, por aquellas que reconozco fácilmente y también por las que pasan desapercibidas. Gracias por el pan en mi mesa, por el techo que me cobija, por el trabajo que realizo, por el descanso que me renueva, por las oportunidades que me das cada día para servir y crecer.

Gracias también, Señor, por las pruebas, porque sé que incluso en medio del dolor, Tú estás obrando en mí. Gracias por los momentos difíciles, por los silencios en los que aprendí a confiar, por las lágrimas que purificaron mi alma, por las noches oscuras en las que Tu luz brilló con más fuerza. Gracias porque me enseñas que las bendiciones no siempre vienen envueltas en alegrías, pero siempre traen consigo crecimiento y madurez espiritual.

Gracias, Jesús, por Tu presencia constante, por Tu Palabra que consuela, por Tu Iglesia que me alimenta, por los sacramentos que me sostienen. Gracias por el don de la Eucaristía, en la que te haces Pan de Vida para mi alma hambrienta. Gracias por el perdón que encuentro en la Reconciliación, donde me abrazas con misericordia y me haces nuevo una vez más.

Gracias por amarme con un amor que no cambia, que no se acaba, que no depende de mis méritos. Gracias por elegirme desde antes de nacer, por llamarme por mi nombre, por tener un plan para mi vida. Gracias por cada susurro de Tu Espíritu en mi interior, por cada impulso de bondad que nace de Ti, por cada paso que he dado guiado por Tu luz.

Señor Jesús, gracias por Tu cruz, por ese sacrificio inmenso con el que me redimiste. Gracias por Tus heridas que sanan mis heridas, por Tu sangre que me lava, por Tu Resurrección que me da vida eterna. Gracias porque me das esperanza, porque me aseguras que no estoy solo, porque me enseñas que todo tiene un propósito y que Tú haces nuevas todas las cosas.

Hoy elevo esta oración de agradecimiento con todo mi ser. No me alcanzan las palabras para expresarte lo que mi corazón siente. Sólo puedo decir: ¡Te amo, Jesús! ¡Gracias por tanto! Te entrego lo que soy, lo que tengo, lo que espero, lo que temo, lo que sueño y lo que anhelo. Que mi vida entera sea un canto de gratitud, un testimonio de Tu bondad, un reflejo de Tu amor.

Hazme consciente, Señor, de cada bendición diaria, para no vivir quejándome, sino agradeciendo. Que nunca me acostumbre a lo que tengo, ni dé por sentado lo que me regalas. Enséñame a compartir con los demás, a ser generoso, a sembrar esperanza, a ser una bendición para otros como Tú lo eres para mí.

Gracias, Jesús, porque Tu amor me precede, me acompaña y me espera. Gracias porque, aunque no merezco tanto, Tú me das en abundancia. Gracias porque estás aquí, ahora, en este instante, escuchando esta oración que nace de lo profundo de mi alma. A Ti, Señor, todo honor, toda gloria, toda alabanza, por los siglos de los siglos. Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario