Amado Dios, Padre de bondad infinita, en Ti confío plenamente mi vida, mis dones y todo lo que soy. Hoy me presento ante Ti con un corazón agradecido y humilde para encomendarte mi negocio, este proyecto que con esfuerzo, trabajo y esperanza he construido con tus bendiciones. Reconozco que sin Ti nada puedo lograr, y que sólo bajo tu guía y protección puede florecer todo emprendimiento justo y verdadero.
Señor Jesús, Tú que en tu paso por la tierra conociste el valor del trabajo honesto, de las labores cotidianas y de los esfuerzos del día a día, te entrego cada rincón de mi negocio: mis decisiones, mis trabajadores, mis clientes, mis finanzas, mis metas, mis dificultades y mis esperanzas. Sé Tú el centro de todo lo que hago. Te pido que pongas tu mano poderosa sobre este lugar, que lo protejas del mal, de las malas intenciones, del fraude, de las injusticias y de cualquier situación que quiera afectar su crecimiento o estabilidad.
Espíritu Santo, luz divina, ven con tu sabiduría a inspirarme en cada elección que deba tomar. Dirige mis pensamientos, ilumina mis ideas, y fortalece mi voluntad para no desistir ante los retos. Que no me falte la creatividad, la paciencia, la honestidad ni la perseverancia. Ayúdame a ser justo con todos los que colaboran conmigo, a servir con amabilidad a cada cliente, y a sembrar siempre semillas de fe, bondad y responsabilidad.
Señor, te suplico también que apartes de mi negocio todo obstáculo que provenga del enemigo, todo ambiente de envidia, mentira, división o desesperanza. Pon ángeles a custodiar este lugar, y que cada paso que dé esté en sintonía con tu plan perfecto para mí. No permitas que el egoísmo, la avaricia o el orgullo desvíen mi corazón. Ayúdame a recordar siempre que el verdadero éxito no está sólo en los bienes materiales, sino en vivir con rectitud y bajo tu bendición.
Virgen María, Madre de todos los que trabajamos con fe, intercede ante tu Hijo por la prosperidad de mi labor. Acompáñame en los días difíciles, sostén mi ánimo cuando falte el fruto esperado, y alégrate conmigo cuando lleguen las buenas noticias. Enséñame a confiar, como tú lo hiciste en Nazaret, en los planes de Dios aunque muchas veces no los comprenda.
San José, patrono de los trabajadores y modelo de humildad, ayúdame a trabajar con disciplina, responsabilidad y silencio. Que mi esfuerzo diario sea ofrenda agradable a Dios, y que todo lo que emprenda esté impregnado de verdad, de servicio y de respeto por los demás. Ruega por mí y por todos los que dependen de este negocio, para que nunca falte el sustento, la armonía y la paz.
Te entrego también, Señor, todos mis anhelos: que este negocio no solo crezca en lo económico, sino que sea fuente de bendición para muchos. Que a través de él pueda ofrecer empleo digno, servir con amor y extender tu Reino con mis acciones. Que nunca me aparte de la honestidad ni de tu Palabra, y que el éxito que me permitas alcanzar lo viva siempre con humildad y gratitud.
Gracias, Señor, por escucharme. Creo firmemente que estás obrando en mi vida y en mi empresa. Aunque haya momentos de dificultad, sé que Tú caminas conmigo. Me abandono a tu voluntad y descanso en tu promesa de que a los que te aman, todo les ayuda para bien. Hoy sello este negocio con tu Sangre preciosa y lo consagro completamente a tu gloria. Que todo lo que haga, lo haga en tu nombre, para mayor honra tuya.
Amén.
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