Oración Católica por un Enfermo Grave
Oh Dios misericordioso,
Padre de amor y de bondad infinita,
hoy me acerco a Ti con un corazón humilde y suplicante,
clamando por tu misericordia y tu poder sanador
sobre (nombre del enfermo),
quien en este momento atraviesa una enfermedad grave.
Tú, que eres el Dios de la vida,
el Creador de todo lo visible e invisible,
el Médico divino que sana cuerpo y alma,
extiende tu mano poderosa sobre tu hijo(a)
y derrama sobre él (ella) la gracia de la sanación.
Mira su sufrimiento, Señor,
mira su cuerpo debilitado,
su mente angustiada,
su espíritu abatido.
En tu infinita compasión,
concédele alivio,
fortaleza y esperanza en medio de esta prueba.
Señor Jesús,
durante tu vida en la tierra
mostraste tu amor y poder sanador
tocando a los enfermos con tus manos,
devolviendo la vista a los ciegos,
haciendo caminar a los paralíticos,
purificando a los leprosos,
y hasta resucitando a los muertos.
Hoy, con la misma fe con la que los enfermos
te buscaban en aquellos tiempos,
yo me postro ante Ti,
pidiéndote que mires con ternura
a (nombre del enfermo)
y le concedas el milagro de la sanación
según tu santa voluntad.
Virgen María,
Madre tierna y amorosa,
Madre de los enfermos y consuelo de los afligidos,
te ruego que intercedas ante tu Hijo Jesús
por la vida y la salud de (nombre del enfermo).
Tú que en Caná lograste que Jesús realizara su primer milagro,
toca su corazón para que haga lo mismo ahora
y transforme esta enfermedad en un testimonio de su amor.
Toma entre tus manos puras y santas
cada célula, cada órgano, cada parte del cuerpo de (nombre del enfermo),
y cúbrelo con tu manto celestial.
Dale fuerza para soportar este dolor
y la confianza de que no está solo en su sufrimiento.
Señor,
si en tu divina sabiduría
has dispuesto que esta enfermedad sea un camino de prueba,
concédele a (nombre del enfermo) la gracia de aceptarla con fe,
pero también con la certeza de que Tú puedes sanarlo.
Dale la paz para afrontar cada día,
la fortaleza para resistir el dolor
y la esperanza de que su vida está en tus manos.
No permitas que el miedo o la desesperación
se apoderen de su corazón.
Llénalo de tu presencia,
que tu Espíritu Santo lo fortalezca,
y que su fe se mantenga firme en todo momento.
Padre celestial,
también te pido por los médicos, enfermeros y cuidadores
que están al lado de (nombre del enfermo).
Ilumina sus mentes para que puedan tomar las mejores decisiones,
bendice sus manos para que sean instrumentos de tu sanación,
y dales sabiduría y paciencia
para brindar el mejor cuidado posible.
Te ruego también, Señor,
por su familia y sus seres queridos,
que sufren al ver su dolor.
Dales paz en sus corazones,
fortaleza para acompañarlo
y fe para seguir confiando en Ti.
Que no caigan en la angustia ni en la desesperación,
sino que encuentren en Ti el refugio y el consuelo.
Dios todopoderoso,
Tú que todo lo puedes,
Tú que diste la vida a Lázaro,
Tú que curaste al siervo del centurión
con solo pronunciar una palabra,
te pido con toda mi alma que mires a (nombre del enfermo)
y, si es tu voluntad,
le devuelvas la salud y las fuerzas.
Pero si tu plan es diferente al que yo deseo,
ayúdame a aceptar tu voluntad con humildad,
sabiendo que tus caminos son más altos que los míos
y que siempre obras para el bien de quienes te aman.
Oh Jesús,
en Ti confío,
en tus promesas descanso,
y a tus manos entrego esta situación,
confiado en que harás lo mejor para (nombre del enfermo).
No me sueltes, Señor,
no me abandones,
sostén a tu hijo(a) con tu amor
y muéstranos tu gloria en esta enfermedad.
Todo esto te lo pido,
en el nombre del Padre,
del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.
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