Oración a la Virgen María para Niños
Querida Virgen María, Madre de Jesús y Madre nuestra, me acerco a Ti con mi corazón de niño, lleno de amor y confianza. Tú, que cuidaste con ternura a tu Hijo Jesús, cuida también de mí y de todos los niños del mundo. Bajo tu manto protector, encontramos refugio y seguridad.
Madre amorosa, enséñame a ser obediente y respetuoso con mis padres y maestros, así como Jesús lo fue contigo y con San José. Ayúdame a seguir el camino del bien, a ser amable y generoso con mis amigos y con aquellos que más lo necesitan. Que mi corazón esté siempre dispuesto a perdonar y a compartir
Virgen María, modelo de pureza y humildad, guíame para que mis pensamientos, palabras y acciones sean siempre agradables a Dios. Ayúdame a mantener mi corazón limpio y lleno de bondad, evitando todo aquello que pueda alejarme del amor de tu Hijo.
Madre querida, cuando sienta miedo o esté triste, recuérdame que estás a mi lado, sosteniéndome y consolándome. Dame la fortaleza para enfrentar los desafíos diarios y la sabiduría para tomar decisiones correctas. Que en los momentos de dificultad, pueda acudir a Ti con confianza, sabiendo que intercedes por mí ante Dios.
Te pido, Virgen Santa, que bendigas a mi familia. Cuida de mis padres, hermanos y abuelos, y mantennos unidos en el amor y la paz. Que nuestro hogar sea un reflejo del hogar de Nazaret, lleno de fe, esperanza y caridad. Ayúdanos a apoyarnos mutuamente y a crecer juntos en santidad.
Madre de misericordia, protege a todos los niños que sufren en el mundo. A aquellos que no tienen hogar, que pasan hambre o que están enfermos, bríndales tu amparo y consuelo. Inspira en nosotros el deseo de ayudar y ser solidarios con los más necesitados, siguiendo el ejemplo de amor de Jesús.
Virgen María, estrella que guía nuestro caminar, ilumina mi mente para que pueda aprender y crecer en sabiduría. Acompáñame en mis estudios y actividades diarias, y ayúdame a descubrir los talentos que Dios me ha dado para ponerlos al servicio de los demás.
Madre del cielo, enséñame a rezar con sinceridad y devoción. Que a través de la oración, pueda fortalecer mi relación con Dios y encontrar respuestas a mis inquietudes. Ayúdame a confiar plenamente en la voluntad divina y a aceptar con alegría los planes que Él tiene para mí.
Virgen Santísima, acompáñame en mi camino de fe. Que nunca me aparte de la Iglesia y de los sacramentos, especialmente de la Eucaristía y la Reconciliación. Ayúdame a comprender la importancia de vivir según los mandamientos y las enseñanzas de Jesús, para que mi vida sea un testimonio de su amor.
Madre de la esperanza, cuando enfrente dificultades o tentaciones, recuérdame que con tu ayuda y la gracia de Dios, puedo superar cualquier obstáculo. Fortaléceme en la fe y dame el valor para defender lo que es justo y verdadero, incluso cuando sea difícil.
Virgen María, Reina de la paz, infunde en mi corazón la serenidad y la alegría que provienen de vivir en armonía con Dios y con los demás. Ayúdame a ser un instrumento de paz en mi familia, escuela y comunidad, promoviendo siempre el entendimiento y la reconciliación.
Madre celestial, te ofrezco mi vida y todo lo que soy. Guíame por el camino que me lleva a tu Hijo Jesús, para que, al final de mis días, pueda gozar de la felicidad eterna en el cielo, junto a Ti y a todos los santos.
Amén.
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