Oración a la Virgen de Guadalupe para pedir un milagro
Santísima Virgen de Guadalupe,
Madre del verdadero Dios por quien se vive,
Reina de los cielos y Señora de la tierra,
Madre amorosa de todos nosotros,
hijos tuyos que, con humildad y esperanza,
nos postramos ante tu sagrada imagen,
reconociendo en Ti a la llena de gracia,
a la Madre que nos protege con ternura,
y a la intercesora poderosa ante el trono del Altísimo.
Oh, Virgen Santísima,
Tú que te manifestaste en el Tepeyac
ante San Juan Diego,
con palabras llenas de amor y consuelo,
nos recordaste que no debemos temer,
pues estás aquí con nosotros,
siempre atenta a nuestras súplicas,
siempre dispuesta a socorrernos
en nuestras angustias y necesidades.
Madre bendita,
hoy acudo a Ti con el corazón lleno de fe,
con la certeza de que escuchas mi voz,
con la confianza de un hijo
que corre a los brazos de su madre
buscando refugio, consuelo y esperanza.
Madre amorosa,
Tú que has realizado tantos prodigios,
tantos milagros en la vida de aquellos
que con fe y devoción han clamado a Ti,
hoy me presento ante tu mirada compasiva
para pedirte un milagro en mi vida.
Tú conoces mis dolores, mis angustias,
las dificultades que me oprimen
y los obstáculos que me impiden seguir adelante.
Virgen Santa,
Tú que todo lo ves desde lo alto,
que sabes lo que pesa en mi corazón,
Tú que nunca abandonas a los que en Ti confían,
te suplico con toda mi alma
que intercedas por mí ante tu Hijo Jesucristo,
para que por su infinita misericordia
conceda la gracia que tanto necesito.
(Mencionar aquí el milagro que se desea recibir)
Madre del verdadero Dios,
enséñame a confiar en su santa voluntad,
ayúdame a aceptar sus tiempos y designios,
pero si es para el bien de mi alma
y para la gloria de Dios,
te ruego que me concedas este milagro
que tanto anhelo.
Virgen de Guadalupe,
estrella resplandeciente de la nueva evangelización,
defensora de los que sufren,
consuelo de los afligidos,
refugio de los pecadores,
te imploro que derrames sobre mí
y sobre toda mi familia
tus bendiciones maternales,
que nos cubras con tu manto
y nos protejas de todo mal.
Dame la fuerza para afrontar las pruebas,
la paciencia para esperar en Dios,
y el amor para nunca perder la fe,
pues sé que Tú, Madre Santa,
jamás dejas sin respuesta
a quienes confían en tu poderosa intercesión.
Oh Virgen de Guadalupe,
Tú que llenaste de rosas
el manto de San Juan Diego
como señal de tu amor y tu presencia,
haz florecer en mi vida la esperanza,
la paz y la alegría de saber
que no estoy solo,
que siempre me acompañas
y me guías hacia tu Hijo Jesús.
Hoy deposito en tus manos
mi vida entera,
mis sueños, mis miedos,
mis preocupaciones y alegrías.
Oh dulce Madre,
ruega por mí ante el Señor,
y alcánzame el milagro que tanto necesito,
si es para la gloria de Dios
y el bien de mi alma.
En Ti confío, Madre querida,
en Ti espero, Señora mía,
y desde hoy prometo
honrarte y amarte
con un corazón fiel y agradecido.
Amén.
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