Oh, Padre Celestial, en este momento de profunda devoción y amor por nuestros hijos, nos dirigimos a Ti con corazones humildes y agradecidos. Te pedimos, Señor, que extiendas Tu amor y protección sobre cada uno de nuestros hijos, que son un regalo preciado que nos has confiado.
En Tus manos, confiamos sus vidas y sus destinos. Pedimos que los selles en todo lo que es bueno y justo, que los guíes por el camino de la rectitud y la verdad. Que Tu luz brille sobre ellos, iluminando sus caminos y alejándolos de la oscuridad del mal. Concédeles sabiduría para tomar decisiones correctas y la fuerza para resistir las tentaciones que puedan cruzar su camino.
Te pedimos, Señor, que los selles en el amor. Llena sus corazones con amor por Ti y por los demás. Que sean compasivos y amables, que cuiden de aquellos que necesitan ayuda y que compartan Tu amor con el mundo que los rodea. Fortalécelos en su capacidad de perdonar y de buscar la reconciliación en lugar de la discordia.
Te rogamos, Señor, que los selles en la salud y el bienestar. Protege sus cuerpos de enfermedades y lesiones. Concédeles fortaleza física y mental para enfrentar los desafíos de la vida. Llena sus días con energía y vitalidad, para que puedan cumplir con el propósito que Tú has designado para ellos.
Padre amoroso, te pedimos que los selles en la felicidad. Permíteles encontrar alegría en las pequeñas cosas de la vida y ser agradecidos por cada día que les das. Que sus risas sean contagiosas y sus sonrisas iluminen cualquier lugar al que vayan. Que encuentren contentamiento en Tu amor y paz en su relación contigo.
Te suplicamos, Virgen María, Madre de Gracia, que intercedas por nuestros hijos ante el trono de Dios. Tú que comprendes el amor y la preocupación de una madre, acompáñanos en esta oración. Ruega por ellos, María, para que sean sellados en la fe y la devoción a Tu Hijo Jesús.
María Santísima, protectora de las familias, te encomendamos a nuestros hijos. Extiende tu manto de amor y ternura sobre ellos. Guárdalos de todo peligro y peligro espiritual. Ayúdales a crecer en la fe y a encontrar consuelo en tu intercesión maternal.
Te pedimos, Virgen María, que los selles en la humildad y la pureza. Que sigan tu ejemplo de obediencia y entrega a la voluntad de Dios. Concédeles la gracia de vivir vidas santas y de buscar la santidad en todo lo que hagan.
María, Madre de Misericordia, escucha nuestras súplicas y ruega por la paz en el corazón de nuestros hijos. Que encuentren refugio en tu amor y consuelo en tus brazos maternales. Ampáralos en sus momentos de dificultad y desesperación, y muéstrales el camino hacia la gracia y la salvación.
Encomendamos a nuestros hijos a tu amorosa protección, Virgen María, confiando en que intercederás por ellos ante tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
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