En la sociedad actual, cada vez es más común escuchar debates sobre la legalidad de la mal llamada interrupción del embarazo y la protección de los no nacidos. Para muchos, el tema es controversial y emotivo, pero para otros, es una cuestión de conciencia y fe. Si eres una persona religiosa, seguramente te preocupa la vida de los no nacidos y quieres hacer algo para protegerlos. En este artículo, te compartimos una oración católica que puedes hacer para pedir por la protección y el amor hacia los no nacidos.
Oración católica por la protección y el amor hacia los no nacidos
Señor, Padre misericordioso, te pedimos por los no nacidos que están en peligro de ser abortados. Que tu luz divina ilumine los corazones de las madres que están considerando abortar, para que sepan que la vida es un regalo sagrado que solo tú puedes dar. Ayúdalas a sentir tu amor y tu compasión, para que encuentren la fuerza y la valentía de elegir la vida.
Te pedimos también por los padres de los no nacidos, para que puedan reconocer el valor de la vida humana y se comprometan a protegerla desde el momento de la concepción. Que tu amor les permita superar cualquier obstáculo y les dé la sabiduría necesaria para criar a sus hijos con responsabilidad y amor.
Lista de intenciones
- Pedimos por los no nacidos que están en peligro de ser abortados.
- Pedimos por las madres que están considerando abortar, para que encuentren la fuerza y la valentía de elegir la vida.
- Pedimos por los padres de los no nacidos, para que reconozcan el valor de la vida humana y se comprometan a protegerla desde el momento de la concepción.
- Pedimos por la sociedad, para que valore y proteja la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural.
Conclusión
Como católicos, tenemos la responsabilidad de defender la vida humana desde el momento de la concepción hasta la muerte natural. La oración es una herramienta poderosa para pedir por la protección y el amor hacia los no nacidos. Te animamos a que hagas esta oración con fe y confianza, sabiendo que Dios escucha todas nuestras peticiones y nos acompaña en todo momento.
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