Oración por la Sanación de un Enfermo: Clamor de Fe y Esperanza
Amado Padre Celestial, Dios de la vida y fuente de toda sanación, me acerco a Ti en este momento con un corazón lleno de fe y esperanza, para implorar tu divina misericordia sobre [Nombre del enfermo]. Tú, que eres el Gran Médico, conoces cada fibra de su ser, cada dolor que lo aqueja, cada preocupación que lo consume. Nada está oculto a tus ojos amorosos.
Señor Jesús, Tú que durante tu vida terrenal caminaste entre nosotros sanando toda enfermedad y dolencia, te pedimos que extiendas tu mano poderosa sobre [Nombre del enfermo]. Recuerda tus milagros, cuando curaste al ciego, al paralítico, al leproso, y cuando con una sola palabra expulsaste la fiebre. Tu compasión no tiene límites, y tu poder es infinito.
Te rogamos, Espíritu Santo, Consolador y Dador de Vida, que infundas tu fuerza y tu paz en [Nombre del enfermo]. Que tu presencia lo alivie del dolor, lo fortalezca en su debilidad y lo llene de esperanza en medio de la prueba. Que tu luz disipe toda oscuridad y temor, y que su corazón se llene de tu serenidad.
Padre bondadoso, si es tu santa voluntad, te suplicamos la completa sanación de [Nombre del enfermo]. Restaura su cuerpo, mente y espíritu. Que cada órgano, cada tejido, cada célula, sea renovado por tu poder divino. Que la enfermedad retroceda y sea reemplazada por la salud y la vitalidad.
Te pedimos también por los médicos, enfermeras y todo el personal de salud que lo atiende. Dales sabiduría, discernimiento y manos hábiles para aplicar los tratamientos adecuados. Que sean instrumentos de tu amor y de tu sanación.
Fortalece a [Nombre del enfermo] en su fe, para que pueda aceptar tu voluntad con confianza, sea cual sea el camino que tengas para él. Ayúdale a encontrar consuelo en tu Palabra y en la oración. Que sienta tu cercanía en cada momento de su recuperación o en la aceptación de su condición.
Si este sufrimiento tiene un propósito en tu plan divino, te pedimos que [Nombre del enfermo] y quienes lo rodean puedan comprenderlo y aceptarlo con resignación cristiana, ofreciéndolo por la salvación de las almas o por alguna intención que Tú conozcas.
Encomendamos a [Nombre del enfermo] a la intercesión de la Santísima Virgen María, Salud de los Enfermos, y de todos los santos, para que con sus oraciones, nuestra súplica llegue con mayor fuerza ante tu trono de gracia.
Confiamos plenamente en tu amor y en tu poder, Señor. Que tu voluntad se cumpla, y que en todo, tu nombre sea glorificado.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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