Oración a la Preciosísima Sangre de Cristo por mis Hijos

 

Oración a la Preciosísima Sangre de Cristo por mis Hijos

¡Oh, Santísima y Preciosísima Sangre de Jesucristo, derramada por la salvación del mundo, precio inestimable de nuestra redención y fuente inagotable de toda gracia! Con un corazón de madre/padre, lleno de amor y de honda preocupación, elevo mi alma hacia Ti para rogar por mis amados hijos [si lo deseas, puedes mencionar sus nombres aquí].

Desde el huerto de Getsemaní, donde sudaste sangre por nuestra salvación, hasta la Cruz, donde cada herida tuya derramó el torrente de tu misericordia, contemplamos tu amor infinito. Hoy te suplico que ese mismo amor y poder redentor cubran a mis hijos en cada instante de sus vidas.

Por la Sangre que brotó de tu Sagrada Circuncisión, te pido que purifiques sus corazones desde su tierna edad. Límpialos de toda inclinación al pecado, de todo egoísmo, de toda impureza de pensamiento, palabra y obra. Que tu Sangre siembre en ellos la virtud, la obediencia y el deseo de agradarte.

¡Oh, Sangre de Jesús, que manaste de tu Sagrado Rostro en la flagelación y coronación de espinas! Protégelos de toda humillación, de toda burla, de toda injusticia y de toda palabra hiriente. Que tu Sangre sea su escudo contra el acoso, la envidia, las malas compañías y las influencias negativas de este mundo. Vístelos de humildad, fortaleza y paciencia para que puedan enfrentar las pruebas con dignidad y espíritu cristiano.

Por la Sangre que manó de tus manos y pies traspasados en la crucifixión, te ruego que bendigas sus pasos y sus caminos. Guía cada una de sus decisiones para que sean conforme a tu santa voluntad. Presérvalos de todo accidente, de toda enfermedad, de todo peligro físico y de todo mal que aceche sus vidas. Sella sus cuerpos y sus almas con tu Sangre Preciosa, impidiendo que el maligno tenga poder sobre ellos. Líbralos de adicciones, de vicios, de la desesperanza y de todo aquello que pueda alejarlos de Ti.

¡Oh, Sangre y Agua que brotaste de tu Costado abierto, fuente de vida y de los sacramentos! Inunda sus almas con tu gracia santificante. Que crezcan en el conocimiento y el amor de Dios, que busquen siempre la verdad, la justicia y la caridad. Te pido que los acompañes en cada etapa de su vida, concediéndoles sabiduría para discernir, prudencia para actuar y valentía para defender sus convicciones cristianas. Que encuentren en Ti su consuelo, su alegría y su verdadera vocación.

Cúbrelos, Santísima Sangre de Cristo, con tu manto protector cuando salgan de casa y cuando regresen a ella. Que tu Sangre sea su guía en la escuela, en el trabajo, en sus amistades y en cada interacción social. Sella sus sueños durante la noche, permitiéndoles un descanso reparador y libre de temores, y que al despertar, renueven su fe en Ti.

Te consagro a mis hijos, Señor, a tu Preciosísima Sangre. Consagro su presente y su futuro, sus alegrías y sus tristezas, sus éxitos y sus desafíos. Que tu Sangre sea su refugio seguro en la tormenta, su consuelo en la aflicción y su victoria en cada batalla espiritual.

Que tu Sangre redentora los purifique de todo pecado y los santifique para tu gloria. Que lleguen a ser hombres y mujeres de bien, llenos de fe, de amor y de esperanza, que te sirvan con alegría y que un día alcancen la vida eterna junto a Ti.

Confío plenamente en el poder inmenso y la misericordia infinita de tu Preciosísima Sangre.

Amén.