Oración poderosa a Jesús para momentos difíciles - Alberto Oraciones

Breaking

viernes, 23 de mayo de 2025

Oración poderosa a Jesús para momentos difíciles

 



Oración Poderosa a Jesús para Momentos Difíciles

Señor Jesús, en este momento de prueba y oscuridad, vengo ante Ti con el corazón agobiado, con el alma cansada y con lágrimas que a veces no se ven, pero que brotan desde lo más profundo de mi ser. Tú, que eres el Dios de la vida, el Señor de la historia y el Rey de toda esperanza, no me dejes solo en esta hora dura. Necesito de Ti más que nunca, Jesús. Necesito tu mano firme que me levante, tu voz que me consuele, tu presencia que me fortalezca.

Los días difíciles han llegado, Señor. Las circunstancias me superan, el miedo me invade, las respuestas no aparecen, y a veces el dolor parece más fuerte que la fe. Pero en medio de todo, creo en Ti. Creo en tu amor que no se cansa. Creo en tu poder que no tiene límites. Creo en tu misericordia que se renueva cada mañana. Por eso, aunque mi alma tiemble, me aferro a tu cruz, donde venciste al pecado, al dolor y a la muerte. Allí está mi refugio, allí encuentro sentido y esperanza.

Jesús mío, te suplico que no apartes tu mirada de mí. Mira mis luchas, mis heridas, mis silencios. Mira el peso que llevo y ayúdame a cargarlo. Si es tu voluntad, líbrame de esta prueba; pero si debo pasar por ella, entonces no me sueltes la mano. Hazme fuerte, Señor, no con mis fuerzas, sino con las tuyas. Sostén mi fe cuando flaquee, renueva mi esperanza cuando se apague, y llena mi corazón de paz aunque todo alrededor parezca desmoronarse.



En Ti confío, Jesús. Aunque no entienda tus caminos, aunque me duela esperar, aunque mis oraciones parezcan no tener respuesta, yo creo que Tú estás obrando. Tú no te demoras. Tú nunca llegas tarde. Tú sabes el momento perfecto para actuar. Ayúdame a vivir este momento no con quejas ni desesperación, sino con una fe valiente, una entrega confiada, y un amor que no se rinde.

Señor, si esta dificultad que enfrento me está formando, purificando o acercando más a Ti, entonces no la desperdicies. Úsala para transformarme desde dentro, para enseñarme a depender de Ti y no de mis planes. Enséñame a crecer en humildad, a abrir mi corazón al consuelo del Espíritu Santo, y a ver más allá de esta tormenta. Que mi dolor se convierta en una ofrenda, que mi prueba sea un puente hacia tu gloria.

Te entrego mi familia, mi trabajo, mi salud, mis relaciones, mis miedos y mis sueños. Todo lo pongo en tus manos, Jesús. Tú sabes lo que necesito antes de que te lo pida. Tú conoces mi corazón más que yo mismo. Actúa, Señor. Entra en esta situación y cambia lo que deba ser cambiado. Sana lo que esté roto. Restaura lo que el enemigo ha querido destruir. Abre caminos donde no los hay. Toca los corazones involucrados. Y sobre todo, haz tu voluntad, que es perfecta.

Jesús, en Ti tengo la victoria. Aunque hoy vea la cruz, sé que viene la resurrección. Aunque camine por el valle de sombra, Tú estás conmigo. Aunque el enemigo me quiera robar la paz, yo me declaro tuyo. Me acojo a tu Sagrado Corazón, me refugio en tus llagas, me escondo en tu Sangre preciosa. Nadie que confía en Ti queda defraudado. Por eso, aún en este valle oscuro, proclamo: Jesús, confío en Ti. Jesús, te amo. Jesús, ven y haz tu obra en mí.

Gracias, Señor, porque sé que estás obrando, aun cuando no lo vea. Gracias porque no me abandonas. Gracias porque eres fiel. A Ti sea la gloria, hoy y siempre.

Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario