Oración de Sellamiento Total con la Sangre de Cristo
Oh preciosísima Sangre de Jesucristo, redención y salvación del mundo, fuente de vida y misericordia infinita, hoy me presento ante Ti con humildad y fe, clamando tu poder y tu protección sobre mi vida, mi familia y todo lo que soy y poseo.
Señor Jesús, Tú que derramaste hasta la última gota de tu Sangre por amor a nosotros, hoy me postro a tus pies y te entrego mi ser entero. Te pido que me cubras, me selles y me protejas con tu Sangre poderosa, para que ningún mal pueda tocarme, para que todo lo que me rodea quede resguardado bajo tu divina protección.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, invoco el poder de tu Sangre redentora y clamo su presencia sobre mi cuerpo, mi mente, mi alma y mi espíritu. Que tu Sangre preciosa corra por mis venas, purifique mi corazón, limpie mis pensamientos y renueve mi vida con su fuego divino.
Señor Jesús, sella con tu Sangre mi pasado, para que ningún recuerdo doloroso, herida o atadura me impida avanzar en tu gracia. Sella con tu Sangre mi presente, para que cada paso que dé esté guiado por tu amor y tu verdad. Sella con tu Sangre mi futuro, para que en cada decisión y en cada meta, sea tu voluntad la que reine y no la mía.
Derrama, Señor, tu Sangre sobre mi hogar, sobre cada habitación, cada puerta y cada ventana. Que tu Sangre purifique mi casa y ahuyente todo espíritu de discordia, de tristeza, de enfermedad y de angustia. Que en este hogar solo habite tu paz, tu amor y tu bendición.
Sella con tu Sangre, amado Jesús, a mi familia: mis padres, mis hijos, mis hermanos, mi esposo(a) y todos aquellos que me rodean. Protégelos de todo peligro, de toda tentación y de todo ataque del enemigo. Que tu Sangre preciosa nos haga invisibles a las acechanzas del mal y nos cubra con su luz celestial.
Oh Sangre poderosa de Cristo, hoy clamo tu protección sobre mi trabajo, mis estudios, mis bienes y mis proyectos. Todo lo pongo bajo tu dominio, Señor, para que nada ni nadie pueda robarme la paz ni desviar mi camino de la senda que Tú has trazado para mí.
Sella con tu Sangre, Jesús, mi mente y mis pensamientos, para que el enemigo no pueda sembrar en mí dudas, temores ni desesperanza. Aleja de mi vida toda ansiedad, toda depresión, toda tristeza y toda perturbación que no provenga de Ti. Llena mi mente de tu verdad, de tu sabiduría y de tu presencia amorosa.
Sella con tu Sangre, Señor, mis palabras, para que de mi boca solo salgan bendiciones, para que mis labios proclamen tu nombre con fe y valentía, para que cada palabra que pronuncie sea reflejo de tu amor y tu verdad.
Sella con tu Sangre mis manos y mis pies, para que todo lo que haga sea para gloria tuya, para que cada paso que dé esté dirigido por tu Espíritu Santo, para que ningún camino de oscuridad me aparte de tu luz.
Sella con tu Sangre mi corazón, Jesús, para que solo Tú reines en él. Llénalo de tu amor, de tu paz y de tu compasión. Arranca de mi interior todo resentimiento, toda envidia, toda amargura y todo deseo de venganza. Enséñame a perdonar como Tú nos perdonas, a amar como Tú nos amas, a confiar como Tú confiaste en el Padre hasta el final.
Oh Sangre preciosa de Cristo, sello con tu poder mi vida entera. Nada ni nadie podrá tocarme ni dañarme, porque estoy cubierto por tu protección divina. En tu Sangre me refugio, en tu Sangre encuentro la victoria, en tu Sangre descanso con seguridad y paz.
Señor Jesús, con el poder de tu Sangre preciosa ato y expulso de mi vida todo espíritu de miedo, de fracaso, de desesperanza y de confusión. Corto con tu Sangre toda maldición generacional, toda atadura del pasado, todo lazo que me impida avanzar en la libertad que Tú me has dado.
Declaro en este momento que mi vida es tuya, que todo lo que tengo te pertenece, que ningún poder del mal podrá contra mí, porque tu Sangre poderosa me cubre y me protege.
Sello con tu Sangre mi cuerpo y mi salud, para que toda enfermedad sea alejada, para que todo dolor sea sanado, para que mi ser entero sea restaurado en tu gracia. Declaro que en tu Sangre hay sanación, en tu Sangre hay restauración, en tu Sangre hay nueva vida.
Señor, que en cada momento de mi vida recuerde el sacrificio que hiciste por mí en la Cruz. Que nunca olvide que en tu Sangre tengo redención, perdón y vida eterna.
Gracias, Jesús, por tu amor sin medida. Gracias por tu Sangre que me limpia, me protege y me salva. Gracias porque en Ti soy más que vencedor, porque en Ti tengo fuerza, porque en Ti encuentro mi refugio seguro.
Me sumerjo completamente en tu Sangre, me abandono a tu amor infinito y me cubro con tu manto de misericordia.
Que todo lo que soy, todo lo que tengo y todo lo que haré esté sellado, protegido y santificado por el poder de tu Sangre gloriosa.
A Ti sea la gloria, el honor y la alabanza, por los siglos de los siglos.
Amén.
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