Amadísimo Señor de los Milagros de Buga,
Dios de misericordia y consuelo,
Cristo crucificado por amor a la humanidad,
Tú que has sanado cuerpos y almas desde tu santa cruz,
Hoy me presento ante Ti con fe viva, con esperanza renovada y con el corazón abierto a tu voluntad.
Tú, Señor, que conoces el sufrimiento humano,
Que no eres indiferente al dolor de tus hijos,
Te imploro, en esta hora, por la salud.
Por mi salud, por la de un ser querido, por la de tantos hermanos y hermanas
Que en silencio padecen enfermedades del cuerpo y del alma.
Señor de los Milagros,
En tus manos deposito esta súplica,
Porque sé que Tú eres el médico divino,
El que tocaba a los enfermos y ellos sanaban,
El que curó al ciego, al paralítico, al leproso,
El que devolvió la vida a los muertos
Y la esperanza a quienes ya no la tenían.
Tú eres el mismo ayer, hoy y siempre.
Tu poder no tiene límites.
Tu amor no conoce barreras.
Por eso me atrevo a clamarte con fe:
Sana, Señor, nuestras dolencias.
Sana nuestras enfermedades físicas,
Nuestros padecimientos crónicos, nuestras debilidades y heridas.
Pero también, amado Jesús,
Sana nuestras angustias interiores,
Nuestros miedos, nuestras tristezas, nuestras heridas emocionales.
Cuántas veces, Señor, la enfermedad del alma pesa más que la del cuerpo.
Cuántas veces necesitamos que Tú entres hasta lo más profundo de nuestro ser
Y digas con poder: "Levántate y anda".
Señor de los Milagros de Buga,
Hoy te entrego el nombre y la vida de quien necesita un milagro de salud:
(tómate un momento para decir su nombre en voz alta o en tu corazón).
Míralo, Señor, con ternura.
Pasa tu mano santa sobre su cuerpo.
Fortalece su corazón cansado, su mente abatida.
Alivia el dolor, renueva las células, ordena lo que está dañado.
Te pido también, Señor, por los médicos, las enfermeras, los cuidadores.
Dales sabiduría, paciencia, compasión y precisión en su labor.
Que sus manos actúen guiadas por la tuya.
Que su ciencia esté iluminada por tu Espíritu.
Y que jamás olviden que tratan con hijos tuyos, con dignidad y esperanza.
Oh Señor milagroso,
Si en tu infinita sabiduría ves que la enfermedad ha de continuar,
Danos la fuerza para soportarla con fe,
Danos la gracia de unir ese sufrimiento al tuyo,
Para que no sea en vano, sino fuente de redención y bendición.
Enséñanos a ver en la cruz no un castigo,
Sino un camino hacia la gloria.
Te pido, Señor, que ninguna enfermedad apague nuestra fe.
Que ninguna dolencia nos robe la esperanza.
Que en medio del dolor, podamos alabarte y bendecirte.
Y que siempre, siempre, podamos decir:
“Señor, hágase tu voluntad y no la mía”.
Señor de los Milagros de Buga,
Tú que has derramado gracias incontables desde tu sagrado altar,
Te suplico que tu sangre bendita me cubra.
Que tu mirada compasiva me sostenga.
Y que tu poder sanador me renueve por dentro y por fuera.
No permitas que el miedo domine mi vida.
No dejes que el sufrimiento me aleje de Ti.
Hazme fuerte en la debilidad, valiente en la tribulación,
Y firme en la confianza de que todo lo puedes.
Por la intercesión de la Santísima Virgen María,
Salud de los enfermos y Madre del consuelo,
Te suplico, buen Jesús, que obres hoy un milagro de salud.
Un milagro en mi vida, en mi hogar, en mi ser querido.
Amén
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