oraciones a maria auxiliadora

 

Oración a María Auxiliadora

Oh Santísima Virgen María,
Madre de Dios y Madre nuestra,
bendita y venerada como María Auxiliadora de los Cristianos,
hoy me postro ante tu presencia amorosa,
con el corazón humilde y lleno de fe,
implorando tu auxilio poderoso en mi vida.

Tú, que eres el refugio de los afligidos,
el consuelo de los que sufren,
la esperanza de los desesperados
y la alegría de los que confían en ti,
ven en mi ayuda, Madre celestial,
y extiende sobre mí tu manto de amor y protección.

Oh, dulce Madre,
tú que nunca desamparas a tus hijos,
que escuchas cada súplica con ternura,
hoy acudo a ti con todo mi ser,
con mis preocupaciones,
mis anhelos,
mis dolores y mis alegrías,
sabiendo que en tu corazón maternal
encontraré el alivio y la paz que necesito.

María Auxiliadora,
tú que has sido dada a la Iglesia
como madre y protectora,
te pido que auxilies mi alma en este camino de fe,
para que no me desvíe del sendero de la verdad,
para que, a pesar de las dificultades,
mi corazón permanezca fiel a Cristo
y mis pasos sigan siempre su luz.

Bendita Señora,
hoy te presento mi vida entera,
te confío mis problemas y dificultades,
mis temores y mis esperanzas.
Tú que eres la Madre del Salvador,
intercede por mí ante tu Hijo Jesús,
para que por su infinita misericordia
me conceda las gracias que necesito.

Oh María, Auxiliadora del pueblo cristiano,
te suplico que me protejas de todo mal,
de las acechanzas del enemigo,
de las tentaciones que puedan apartarme de Dios,
de los peligros del mundo
y de todo aquello que pueda herir mi alma.
Cúbreme con tu manto protector
y llévame siempre por el camino de la santidad.

Reina y Señora de los cielos,
acompaña a los que sufren en la enfermedad,
consuela a los que lloran,
fortalece a los débiles,
devuelve la esperanza a los que la han perdido
y sostén con tu amor maternal
a quienes atraviesan pruebas y tribulaciones.

Madre Santísima,
en este día quiero renovar mi amor y devoción hacia ti.
Toma mi corazón en tus manos,
purifícalo, llénalo de la gracia de Dios,
y hazme un instrumento de paz,
para que, imitando tu amor y tu humildad,
pueda ser luz para los demás.

María Auxiliadora,
te ruego especialmente por la Santa Iglesia,
por el Papa, por los sacerdotes y por todos los fieles,
para que bajo tu amparo maternal
permanezcamos firmes en la fe
y en la misión de llevar el Evangelio al mundo.

Te pido también, Madre amorosa,
que protejas a mi familia,
que bendigas mi hogar,
que ilumines nuestro camino,
que nos concedas unidad y amor sincero.

Oh María, estrella de la mañana,
auxilio de los cristianos,
poderosa intercesora ante Dios,
no apartes tu mirada de mí
y llévame siempre de tu mano
hasta alcanzar la gloria del cielo.

Amén.