Oración de Sanación a Jesús

Oración de Sanación a Jesús

Amado Jesús, Médico Divino, acudo a Ti en busca de sanación. Tú que sanaste a los enfermos, diste vista a los ciegos y levantaste a los caídos, posa tu mano sanadora sobre mí.

Sana, Señor, mis dolencias físicas, mentales y espirituales. Alivia mi dolor y dame la fortaleza para enfrentar cada dificultad con fe y esperanza. Confío en tu poder sanador, porque sé que para Ti nada es imposible.

Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí. Renueva mi ser, restaura mi salud y hazme testigo de tu amor y tu poder. Amén.

Oración para Pedir la Sanación de Jesús en Mi Vida

Amado Jesús, mi Señor y Redentor, hoy me acerco a Ti con un corazón humilde y necesitado. Reconozco tu inmenso poder y tu infinita misericordia, y te pido que derrames tu amor sanador sobre mi vida.

Señor Jesús, Tú que recorriste pueblos y aldeas sanando a los enfermos, liberando a los oprimidos y dando esperanza a los corazones heridos, te suplico que pases hoy por mi vida. Con la misma ternura con la que tocaste a los ciegos, a los cojos, a los leprosos y a tantos otros que acudieron a Ti, te pido que me toques a mí.

Conozco, Señor, las áreas de mi vida que necesitan de tu sanación. Te entrego mis heridas físicas, mis dolencias del cuerpo y todo aquello que impide que mi salud sea plena. Tú eres el Médico Divino, el que tiene el poder para restaurar cada célula, cada órgano y cada sistema de mi cuerpo. Confío en que tu toque sanador puede devolverme la salud, la fuerza y la vitalidad.

Pero también, Señor, me presento ante Ti con mi corazón abierto, pidiéndote que sanes mis heridas interiores. Tú conoces mi historia, mis sufrimientos, mis decepciones y mis miedos. Sabes las cargas que llevo en el alma, los pensamientos que me atormentan y las emociones que me roban la paz. Hoy te entrego todo aquello que me ha lastimado, todo lo que ha dejado cicatrices en mi corazón.

Te pido, Jesús, que entres en cada rincón de mi ser, allí donde quizás he guardado dolor, resentimiento o angustia. Ayúdame a perdonar a quienes me han herido y a perdonarme a mí mismo por los errores del pasado. Llena esos vacíos con tu amor, y que tu paz sea como un bálsamo que me restaure completamente.

Sana, Señor, mis relaciones. Te presento a mi familia, a mis amigos y a todas las personas con las que me relaciono. Donde haya discordia, trae reconciliación. Donde haya distanciamiento, trae unidad. Que tu amor sea el lazo perfecto que nos una y nos permita vivir en armonía y comprensión.

También te pido, Jesús, por mi sanación espiritual. Si en algún momento me he apartado de Ti, si he permitido que el pecado me aleje de tu gracia, hoy me arrepiento sinceramente. Lávame con tu Sangre preciosa y purifícame. Que mi alma se llene de tu luz y que cada día pueda caminar más cerca de Ti, buscando siempre tu voluntad.

Señor, aumenta mi fe. Que, en medio de las dificultades, pueda confiar en que Tú estás obrando en mi vida, incluso cuando no lo vea. Dame la paciencia para esperar en tus tiempos perfectos y la esperanza para saber que, con tu ayuda, todo será restaurado.

Hoy proclamo que Tú eres mi Sanador, mi Fortaleza y mi Salvador. Me abandono en tus manos con la seguridad de que nada es imposible para Ti. Que mi vida sea un testimonio vivo de tu poder sanador y que, a través de mi sanación, muchos más puedan acercarse a Ti y experimentar tu amor.

Gracias, Jesús, porque sé que escuchas mi oración. Gracias porque ya estás obrando en mi vida, trayendo sanación, liberación y bendición. Te alabo y te bendigo, porque Tú eres fiel y nunca abandonas a los que confían en Ti.

En tu nombre poderoso, Jesús, sello esta oración con la fe de que recibiré lo que te he pedido, conforme a tu voluntad.

Amén.