Amado Padre Celestial, Hoy al comenzar este nuevo día, me presento ante Ti con un corazón lleno de amor y esperanza, elevando esta oración por mis hijos. Tú los conoces mejor que nadie, porque los formaste con tus propias manos y les diste la vida como el regalo más preciado.
Te pido, Señor, que en este día derrames sobre ellos tu protección divina. Cuídalos de todo mal, líbralos de peligros visibles e invisibles, y mantén sus cuerpos sanos y fuertes. Sé su escudo y su refugio en cada paso que den.
Padre, guía sus pensamientos, sus palabras y sus acciones. Que en cada decisión puedan sentir tu sabiduría y tu paz. Ayúdales a caminar siempre por el sendero del bien, y si alguna vez tropiezan, dales la fortaleza para levantarse y seguir adelante.
Te ruego que llenes sus corazones de alegría y amor. Que sean personas compasivas, generosas y humildes, capaces de reflejar tu luz en este mundo. Que nunca les falte el consuelo de tu presencia en los momentos difíciles y que siempre puedan confiar en tu infinita misericordia.
Señor, también te pido por mí, como madre/padre. Dame la paciencia, la sabiduría y el amor necesarios para guiarlos en tu camino. Ayúdame a ser un ejemplo de fe y confianza en Ti, para que ellos aprendan a amarte como yo lo hago.
Gracias, amado Dios, por escuchar esta oración. Confío plenamente en que mis hijos están en tus manos, protegidos y bendecidos por tu amor eterno.
Amén.
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