Oración de Protección y Sellamiento con la Sangre de Cristo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Señor Jesús, hoy me presento ante Ti con humildad y fe, reconociendo Tu sacrificio redentor en la Cruz. Creo firmemente que Tu Sangre preciosa tiene poder y que en ella encuentro salvación, sanación y protección.
Derrama, Señor, Tu Sangre bendita sobre mí, sobre mi familia, sobre mi hogar, sobre mi trabajo y sobre todas mis actividades. Que ninguna fuerza del mal pueda tocarme, porque estoy cubierto con Tu Sangre, la Sangre del Cordero Inmaculado que quita el pecado del mundo.
Sello mi vida y mi alma con Tu Sangre preciosa. Sello mi mente y mis pensamientos, para que sean iluminados por Tu sabiduría y guiados por el Espíritu Santo. Sello mis ojos, para que solo vean lo que es puro y santo; mis oídos, para que solo escuchen Tu verdad; mi boca, para que solo proclame palabras de bendición y testimonio.
Sello con Tu Sangre, Señor, mi corazón, para que solo ame lo que Tú amas y rechace lo que Tú rechazas. Sello mi cuerpo, para que sea templo del Espíritu Santo y libre de todo mal. Sello mis emociones, mis sentimientos y mis decisiones, para que estén en armonía con Tu voluntad divina.
Sello con Tu Sangre preciosa a mi familia, a mis seres queridos y a todos aquellos que me rodean. Protégelos de todo peligro, de toda enfermedad, de todo accidente, de todo mal físico y espiritual. Que ninguna trampa del enemigo pueda dañarnos, porque estamos cubiertos con Tu Sangre redentora.
Sello con Tu Sangre mi hogar, para que sea un refugio de paz y amor. Sello cada puerta y cada ventana, cada habitación y cada rincón, para que sean habitados por Tu presencia y protegidos de todo espíritu de discordia, temor o tristeza.
Sello con Tu Sangre mi trabajo, mis estudios, mis proyectos y todo lo que realizo cada día, para que sea fructífero y bendecido por Ti. Sello mi camino y mis viajes, para que estén bajo Tu resguardo y no haya ningún obstáculo que me aparte de Tu gracia.
Señor Jesús, cubre con Tu Sangre poderosa a Tu Santa Iglesia, a los sacerdotes y religiosos, a los misioneros y a todos aquellos que trabajan en la evangelización. Protégelos del enemigo y fortalece su fe para que sean luz en el mundo.
Por Tu Sangre derramada en el Calvario, clamo protección para los enfermos, los afligidos, los perseguidos y los que sufren. Líbralos del mal y dales fortaleza en sus pruebas.
Oh Sangre preciosa de Cristo, fuente de amor y misericordia, en Ti confío y me abandono completamente. Gracias, Señor, porque sé que me has sellado con Tu Sangre y que ninguna arma forjada contra mí prosperará.
Todo lo pido en Tu Santo Nombre, Jesús, con la intercesión de la Virgen María, San Miguel Arcángel y todos los santos. Amén.
Reza esta oración con fe y confianza en el poder de la Sangre de Cristo. ¡Que Dios te bendiga y proteja siempre!
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