Oración de Protección a la Sangre de Cristo - Alberto Oraciones

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lunes, 2 de diciembre de 2024

Oración de Protección a la Sangre de Cristo


 

Oración a la Sangre de Cristo para Romper Maldiciones

Oh, preciosa Sangre de Jesucristo,
derramada con amor infinito en el calvario,
hoy me postro ante Ti,
reconociendo tu poder, tu pureza y tu gloria.
Tú, que fuiste ofrecida como sacrificio perfecto
para la redención de la humanidad,
hoy clamo a Ti para que rompas
todas las cadenas de opresión y maldición
que puedan estar afectando mi vida,
mi familia, mi hogar y mi descendencia.

Sangre bendita, poderosa y vivificante,
cubre cada rincón de mi ser,
desde mi mente, mis pensamientos,
hasta mi cuerpo y mi espíritu.
Líbrame de todo mal que haya sido declarado,
de toda palabra de condena,
de todo pacto o alianza que no provenga de Dios,
de toda maldición generacional
y de toda influencia negativa
que intente separarme de la luz de Cristo.

En el nombre de Jesucristo,
y por el poder de Su Sangre preciosa,
renuncio ahora a toda palabra maldita,
a toda declaración de odio,
a toda obra del enemigo
y a todo pacto consciente o inconsciente
hecho en mi contra o por mis antepasados.
Proclamo que por la Sangre de Cristo
soy libre, soy redimido,
y pertenezco únicamente al Señor.

Oh Sangre poderosa,
desciende sobre mi casa,
purifica mi entorno,
y rompe toda atadura que intente
encadenar mi vida espiritual,
mis finanzas, mi salud o mi felicidad.
Declaro que soy hijo(a) de Dios,
que fui comprado(a) a precio de sangre,
y que ninguna obra de tinieblas
tiene derecho sobre mí.

Por la Sangre de Cristo,
cierro toda puerta que haya sido abierta al mal,
rompo todo lazo con la oscuridad,
y declaro que sólo el Espíritu Santo
tiene autoridad en mi vida.
Clamo a Ti, Señor,
para que envíes tus ángeles protectores
a rodearme, a guardar mi camino
y a protegerme de todo ataque del enemigo.

Sangre de Cristo, fuente de vida,
lava mis pecados, renueva mi corazón,
y haz de mí una nueva criatura en Cristo.
Cubro con tu Sangre poderosa
a mis seres queridos, a mi hogar,
a mis pensamientos y a todo lo que soy.
Que ninguna fuerza contraria
tenga poder sobre mí,
porque en Ti confío, Señor,
y en Tu victoria en la cruz del Calvario.

Declaro ahora, en el nombre de Jesús,
que toda maldición es rota,
que toda oscuridad es disipada,
y que toda obra del enemigo
es vencida por el poder de la Sangre del Cordero.
Declaro que soy libre,
que mi hogar es libre,
y que las bendiciones de Dios
se manifiestan en mi vida
en abundancia y en plenitud.

Gracias, amado Jesús,
porque tu Sangre no solo me limpia,
sino que también me protege, me fortalece,
y me llena de tu amor eterno.
Hoy, bajo tu Sangre preciosa,
me declaro victorioso(a)
y proclamo que,
en Ti, Señor, soy más que vencedor(a).

Amén.


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