Oh Dios misericordioso, Padre amoroso de toda la humanidad, hoy me acerco a Ti con un corazón cargado de preocupación y dolor por mi querido familiar que se encuentra enfermo. En este momento de angustia, busco consuelo en tu presencia y confío en tu bondad infinita.
Señor, Tú eres el médico divino, el sanador de todas las enfermedades. Te pido humildemente que pongas tus manos sobre mi ser querido y lo cures de toda dolencia. En tu compasión, derrama tu gracia sanadora sobre su cuerpo, restaura su salud y devuelve la paz a su espíritu. Que tu poder divino actúe como bálsamo sobre cada célula, restaurando la vitalidad y fortaleza perdida.
Jesús, divino médico, te ruego que ilumines a los médicos, enfermeras y todos los profesionales de la salud que atienden a mi familiar. Guíalos con tu sabiduría para que puedan tomar decisiones acertadas y aplicar los tratamientos necesarios para su recuperación. Concede a todos los involucrados la sabiduría y la compasión necesarias para ofrecer el mejor cuidado posible.
María, Madre de la Misericordia, intercede por nosotros ante tu Hijo. Tú que comprendes el dolor y la preocupación de una madre, acompáñanos en este camino de incertidumbre. Abraza a mi familiar con tu manto protector, consolando su corazón y fortaleciendo su espíritu. María, ruega por nosotros, para que la gracia de Dios descienda sobre nuestro hogar y traiga la curación.
Padre celestial, encomendamos a nuestro familiar enfermo a tu cuidado amoroso. Que tu voluntad se cumpla en su vida, pero te pedimos con fervor que, si es tu deseo, le concedas la gracia de la salud. Danos la fortaleza para aceptar tu plan divino, confiando en que todo obra para bien a aquellos que te aman.
Señor, también te pido por aquellos que rodean a mi ser querido, que sus corazones estén llenos de compasión y paciencia. Que encuentren palabras de aliento y gestos de amor para apoyar a mi familiar en su camino hacia la recuperación. Infunde esperanza en nuestros corazones, para que podamos atravesar este tiempo difícil con fe y fortaleza.
Te agradecemos, Señor, por el regalo de la vida y por tu amor incondicional. Confiamos en que, a través de esta prueba, experimentaremos tu poder sanador y tu gracia transformadora. Que la luz de tu amor ilumine nuestro camino y nos guíe hacia la plenitud de la salud y la alegría. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Muy linda la oración muchas gracias y bendiciones para todos ustedes
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