En muchas comunidades católicas, es común comenzar las reuniones con una oración para invocar la presencia divina y pedir su guía en los asuntos que se tratarán. Esta práctica es una forma de unirnos como comunidad en la fe y recordarnos que estamos en presencia de Dios en todo momento. A continuación, te presentamos una oración de apertura para tu próxima reunión católica:
Oración de apertura
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Señor Jesucristo, te pedimos que nos acompañes en esta reunión y que tu presencia divina esté con nosotros. Te pedimos que nos des la sabiduría y la guía para que podamos tomar las decisiones correctas y hacer tu voluntad en todo momento. Ayúdanos a ser una comunidad unida en la fe y el amor por ti. Que nuestras palabras y acciones estén siempre en armonía con tu voluntad y que podamos ser testigos de tu amor y misericordia en el mundo. Te lo pedimos en tu santo nombre, Amén.
Lista de intenciones
Ahora, como comunidad, tomemos un momento para compartir nuestras intenciones y peticiones personales para esta reunión. Recuerda que cada uno de nosotros tiene necesidades y preocupaciones individuales, pero juntos podemos apoyarnos y orar por ellas.
- Por los enfermos y los que sufren, para que encuentren consuelo y sanación.
- Por los líderes de nuestra comunidad, para que tomen decisiones sabias y justas.
- Por las familias, para que encuentren amor y unidad en su hogar.
- Por los jóvenes, para que encuentren su camino en la vida y sigan a Cristo con pasión.
- Por los pobres y necesitados, para que encuentren ayuda y apoyo en nuestra comunidad.
Clausura
Que esta reunión sea una oportunidad para crecer en la fe y en el amor por Cristo. Que nuestras acciones reflejen su amor y misericordia en todo momento. Que nuestra comunidad sea un ejemplo vivo de su presencia divina en el mundo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
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